La cifra no alarma pero es notoria: las reservaciones de camas en posadas en el estado Lara se han visto reducida este año en 20 % con respecto al 2014, aunque se espera un repunte el próximo mes.
Lo considera así Antonio Morales, presidente de la Cámara de Turismo de la entidad, refiriéndose en especial a las posadas existentes en los municipios foráneos.
Cubiro y Sanare, en Jiménez y Andrés Eloy Blanco, respectivamente, son las poblaciones que mayor cantidad de posadas registran: 68 la primera y 27 la segunda.
Morales aclara que cuando se inicie en firme la temporada vacacional, ya se están tomando medidas a fin de garantizar a los turistas todos los servicios requeridos.
Al consultarle sobre los insumos necesarios en todo establecimiento turístico, dijo que gracias a un convenio con la delegación regional del Sundde se está disponiendo de lo elemental, como papel toalet, jabón de baño y otros artículos que vienen escaseando en Venezuela.
El presidente de la cámara calcula en 150 la cantidad de trabajadores directos de las posadas, así como 300 indirectos, que tienen en esos establecimientos sus fuentess de ingresos para el mantenimiento de sus familias.
Morales destaca que la mayoría de los turistas que llegan a Cubiro o Sanare procede de otros estados que prefieren las montañas larenses para disfrutar de su agradable clima.
Por otra parte, Marina Toro, presidente de la Cámara de Turismo del municipio Jiménez, se siente satisfecha por el movimiento de visitantes a la entidad.
Dijo que la llegada de personas procedentes de otras regiones se inicia en junio y se prolonga hasta septiembre.
“La gente viene, primero por las vacaciones, luego a la Feria de Tintorero y sigue con la de Barquisimeto”, explica.
Igualmente señala que muchas familias visitantes se alojan en posadas del municipio Jiménez para, desde aquí, ir a Barquisimeto, Carora, El Tocuyo u otras poblaciones, a conocer o hacer compras, aprovechando las cercanías.
Tampoco los posaderos de Jiménez tienen problemas con los insumos gracias a su relación con la Cámara de Turismo y el convenimiento con la Superintendencia de Precios Justos, que se los garantiza para que puedan operar con normalidad y atender bien a los visitantes.
