Barquisimeto, cuna de músicos, se acredita el título de capital musical por el talento de quienes fuera de nuestras fronteras dejan el nombre de Venezuela en alto.
En cualquier parte del mundo un barquisimetano deja su huella, su creación, obra, profesionalismo y amor por el oficio.
Ejemplo de esta premisa es el bajista Elías Tona, quien desde hace diez años se encuentra radicado en Estados Unidos, convirtiéndose en un artista reconocido en dicho país, donde ha forjado una sólida carrera musical.
Este devoto del jazz, como lo bautizó su padre Santiago Tona, se destaca como maestro de músicos profesionales en la escuela internacional de música The Players Scholl Of Music, ubicada en Clearwater, Florida, fundada por el consagrado bajista Jeff Berlín.
Tona dio sus primeros pasos en el Conservatorio de Música Vicente Emilio Sojo, donde comenzó estudios de guitarra con el destacado maestro Valmore Nieves.
Estudió en principio la guitarra porque su sueño era interpretar el valse Natalia de Antonio Lauro, tema con el cual abre su primera producción discográfica titulada Profile, álbum que recoge nueve piezas, entre ellas, I love the lord, Let the praise begin, Prelude Nº 4, entre otros, en los cuales el bajo eléctrico es protagonista.
Definitivamente un disco que no tiene desperdicio y que puede adquirir a través de la página web del artista www.eliastona.com.
Sin duda, el talento de Tona se decantó por medio del jazz, género que lo atrapó cuando estuvo bajo la dirección del maestro Silvio Arocha (+) y Fernando Freites, figuras representativas del jazz nacional.
Tona, quien se desarrolló como bajista, productor y arreglista en la Escuela de Música Ars Nova, ha tocado para reconocidos artistas, entre estos, Yordano, Guillermo Carrasco, José Luis Rodríguez, entre otros. En Estados Unidos su versatilidad lo ha posicionado en los géneros del jazz, pop, salsa, latín jazz, rock y góspel; lo que le permitió participar en las producciones de La India, Jerry Rivera, Kim Burrell y muchos más.
“En EEUU he vivido un proceso de muchos matices, sonido, silencio, forte pianissimo, como en una sinfonía, que me ha llevado a poder ver claramente mi propósito, no sólo como músico, sino como persona”.
Sobre Profile añadió que se trata de una producción de bajo eléctrico instrumental, con el cual aborda géneros como el jazz, góspel clásico y venezolano.
“No hay montajes, todo fue grabado en una sola toma. Dedicado al oyente que desea escuchar el sonido puro del instrumento, en su rol melódico, armónico y rítmico. La experiencia de escuchar este disco es similar a oír un recital del instrumento en vivo”.
