Este miércoles 18 de febrero, se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, en honor al psiquiatra y pediatra austríaco Hans Asperger, quien tras varias investigaciones identificó el trastorno en 1944.
La fecha reconocida por la Organización de Naciones Unidas (ONU), es propicia para que activistas y diversas instituciones del país, como la Fundación Asperger de Venezuela (Fundasperven), informen y sensibilicen a la sociedad sobre la condición neurobiológica que por lo general afecta a los varones.
María Laura Braz, especialista en neurología infantil, explica que el sexo no es inherente, pero las estadísticas revelan que la incidencia en hombres es mayor. Las causas responden a factores genéticos, y es el padre quien transmite la condición.
Sostiene además que una serie de signos clínicos relacionados con fallas en la interacción social se manifiestan desde corta edad “los pacientes tienen dificultades para relacionarse con sus pares, es decir, personas de su edad o entorno”.
La profesional egresada de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Ucla), aclara que el síndrome de Asperger no es una enfermedad, tampoco una discapacidad cognitiva, se trata de una condición vitalicia, por lo tanto, las curas y pruebas para determinarla son inexistentes.
“Las personas nacen con la condición y llegan a la edad adulta con ella. Todos pueden llevar una vida normal; estudiar una carrera universitaria y trabajar en un área de especial interés”.
El síndrome de Asperger se detecta durante la infancia o la adultez, pero comúnmente los pediatras, a través de los síntomas y características que presentan los niños en sus primeros años, lo pueden identificar.
Una vez que los médicos realicen el diagnóstico clínico y psicológico, recomiendan a los expertos en la materia, padres y el grupo familiar trabajar en conjunto en el proceso de inclusión.
La entrevistada, afirmó que las primeras señales que delatan la condición son la timidez, irritabilidad, dificultad para dormir y el inadecuado contacto visual. Aunque el aspecto físico de las personas con Asperger es normal, al igual que su inteligencia, les cuesta expresar lo que sienten, interactuar socialmente y comunicarse.
Como su nivel de tolerancia es tan bajo, los pequeños acostumbran a hacer berrinches.
En cuanto al tema del lenguaje, son muy selectivos. Tienen un alto nivel de vocabulario y a la hora de hablar lo hacen en tercera persona con un acento muy particular, que genera asombro en los demás.
Las conversaciones largas no las entienden, tampoco las expresiones de doble sentido.
Braz, indicó que la torpeza motora es otra de las características significativas del Asperger, tanto para niños como adultos es un reto realizar movimientos rápidos, sin embargo, poseen habilidades especiales en algunas áreas restringidas que les permiten destacarse debido a que son rutinarios y tienden a repetir conductas.
También son sensibles a los olores y fuertes sonidos.
Durante los primeros meses de vida, es difícil que se observe la condición, pero cuando los padres notan que no hay reciprocidad social, por ejemplo que sus bebés no estiran los brazos para que los carguen, deben estar pendientes.
La doctora, sostiene que después de los 6 años es posible el tratamiento. En muy pocos casos son necesarios los fármacos, mientras que en otros lo idóneo es hacer las terapias de lenguaje, ocupacionales, en conjunto con las consultas médicas en psiquiatría infantojuvenil y neurología.
La neuróloga infantil asegura que la mejoría y el éxito de los pacientes radica en el diagnóstico temprano y la intervención multidisciplinaria.
En los centros educativos convencionales los estudiantes con Asperger son objetos de burla, acoso escolar o bullying.
Las víctimas son propensas a la depresión y ante el rechazo muchos atentan contra sus vidas o tienen ideas suicidas, en tal sentido, la doctora alerta a las maestras y representantes a estar atentos a tales conductas.
Escuela para niños autistas en Barquisimeto
En Barquisimeto el Centro de Atención Integral a Personas Autistas (Caipa Lara), funciona desde hace 18 años en la urbanización Patarata y allí garantiza la atención a esta población a partir de los 3 años de edad, hasta la adolescencia (15).
Actualmente la matrícula es de 137 infantes, de los cuales 71 son varones y 66 hembras con autismo y Asperger.
La meta de los especialistas y docentes que hacen vida en el recinto es que todos puedan expresarse en su entorno, por eso apuestan a la comunicación asertiva, a fin de evitar que los alumnos se aíslen en los salones.
Danny Torrealba, fisioterapeuta, explica que el juego es el método de enseñanza aplicado en el plantel y gracias a ello algunos de los pequeños han evolucionado de manera impresionante, por ende esta es la principal y más eficaz fuente de estímulo para los pequeños.
El Caipa ha logrado participación a través de la música. Keily Piña, quien imparte las clases de esta asignatura, reconoce que la gran mayoría de los estudiantes tienen potencial en esta área y sobresalen en el campo musical, por su memoria auditiva.
“Aprenden rápido las notas y eso lo aprovechamos. Algunos se destacan en la parte rítmica, otros en la melódica” precisó la maestra, al tiempo que reveló que algunos, por lo general los adolescentes, están en el Programa de Educación Especial del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela.
Piña, dice que esta es una buena forma de impulsar la integración y garantizar a los muchachos la igualdad de oportunidades, porque todos caben en el sistema.
Comenta que su experiencia en Caipa, desde hace cuatro años, le ha permitido conocer y convivir con seres humanos excepcionales que lamentablemente la sociedad no entiende, tilda de extraños y discrimina, por lo que considera que en el país aún hace falta mucha conciencia y respeto hacia los demás.
Comprensión
Rosa Pérez, una de las trabajadoras dijo que la demanda de cupos ha crecido en los últimos años, por eso el Caipa se ha visto en la obligación de cumplir con un proceso riguroso de ingreso.
Los representantes fueron citados para el mes de marzo, posteriormente el equipo de docentes y especialistas será el responsable de evaluar y determinar la incorporación de cada niño.
Ante las solicitudes, indica que los progenitores buscan apoyo en el recinto con la finalidad de que sus hijos tengan acceso a una educación de calidad. Afirma que en la ciudad es necesaria la construcción de más escuelas de este tipo.
Cabe destacar que en casos especiales, los estudiantes con asperger son referidos por neurólogos, terapistas, psicopedagogos, entre otros profesionales expertos en la materia.
La entrevistada sostiene que para los padres es un reto comprender el síndrome de Asperger, por lo cual, en la institución se enfoca en la orientación a través de charlas a fin de que conozcan más los síntomas y aprendan a sobrellevar la situación en sus hogares.
El seguimiento de los alumnos que acuden a los planteles regulares también es una de las funciones, así como la visita a los domicilios.
