Más de 24 horas de tiroteo, cinco presos muertos, y más de 40 heridos, dejó la reyerta en la cárcel de Sabaneta como resultado de la escogencia del sucesor del pran, Pedro Caldera. El nuevo jefe y líder de los reclusos resultó ser Edwin Soto, mejor conocido como “El Mocho Edwin”, quien ahora comanda las áreas de Penal, Patio, y Máxima.
Luego que la Guardia Nacional con 500 efectivos no pudiera ingresar al área de Máxima, debido a la anarquía reinante en el recinto, un teniente pactó con “El Mocho Edwin”, para que éste tomara control del lugar, así lo informó un guardia de apellido Villalobos.
“Se abrieron unos boquetes, por donde pasó el pran (El Mocho Edwin) junto a sus escoltas y varios compañeros guardias nacional, entonces neutralizó a dos reos que querían hacerse del control del área de Máxima”, dijo el funcionario militar.
Las conversaciones se dieron entre “El Mocho Edwin, y el director de la cárcel, Robert Suterlan, esté último suspendió las visitas hasta nuevo aviso. Sin embargo, el nuevo pran ordenó que se les diera paso a los familiares de los reclusos, obedeciendo así los guardias la voz del nuevo jefe.
Es conocido por la opinión pública y dentro de las fuerzas castrenses que “El Mocho Edwin”, maneja un presupuesto mil millonario por concepto de extorsión, secuestro, prostitución, venta de drogas, casinos clandestinos, y el negocio que supone ser el Pran de Sabaneta, donde cada preso debe hacer un aporte semanal al llamado ‘líder negativo’.
Este dinero le ha permitido a “El Mocho Edwin” tener en su nómina a directores de cárceles, efectivos militares, custodios, policías, entre otros.
“Esto lo saben funcionarios del ministerio de Interior, Justicia y Paz, la ministra (Iris) Varela, pero no hacen nada. Hay especie de un pacto, que consiste en mantener la tranquilidad en las cárceles sin importar los delitos que cometan los llamados pranes”, dijo Villalobos.
Se conoció que el ‘líder negativo’ comentó que no permitiría que un reo procedente de la ciudad de Coro fuera a convertirse en el líder absoluto de la árcel de Maracaibo.