El maestro Izcaray

Luego de un periplo de cinco décadas en el cual recibió aplausos y reconocimientos en las grandes capitales de Venezuela, Estados Unidos, Europa y Argentina, el maestro Felipe Izcaray Yepez decidió retribuirle a su ciudad natal, Carora, con su retorno, el haberle llenado su alma y corazón de pasión por la música, regalo que también le hace a  la memoria  de su padre Don Eduardo Izcaray Muñoz, un ser humano formidable quien fue protagonista de primera línea en la Revolución Cultural que lideró en la Carora de los años sesenta del siglo 20 Juan Martínez Herrera.
Felipe Izcaray en sus años adolescentes fue al mismo tiempo que uno de los integrantes más activos y talentosos del Orfeón Carora, el joven iconoclasta que introdujo a los Beatles y sus modas insurgentes en la bucólica y conservadora sociedad caroreña. Satisfacción muy grande para él debe haber sido  el montar un concierto  con la Orquesta Sinfónica Infantil de Carora con canciones inmortales de estas leyendas del rock.
Este 2014 es un año histórico para la capital del municipio Torres. Se cumplen 50 años de la creación de la Casa de la Cultura, que es lo mismo decir que se cumplen 50 años de la Revolución Cultural iniciada por Juan Martínez Herrera. También se cumplen 50 años del Interact Club, muchachos ahora sesentones que trasladaron a Caracas la antorcha de esta  gesta musical  y con la denominación de Asociación Cultural Carora, Asocacu, montaron un concierto de la naciente Sinfónica Juvenil de Carora en el Teatro Nacional, evento cuyo principal impacto fue que dio nacimiento al Sistema de Orquestas Infantiles creado por José Antonio Abreu. Director de este concierto fue el Maestro Felipe Izcaray, tenor invitado Jesús Sevillano.
La presencia del Maestro Felipe Izcaray en Carora como Director de la Orquesta Infantil es también en grado superlativo parte de este  año histórico ya que expresa con el esplendor de sus éxitos que las semillas sembradas en los años sesenta del siglo pasado ahora son un bosque de grandes talentos musicales, cuyo ejemplo más notorio es el propio Maestro Izcaray Yepez.
Solamente un dato para precisar el aporte de este gran maestro en su regreso a Carora, montó con niños de doce años la Novena Sinfonía de Shostakovich, algo reservado únicamente para orquestas profesionales de grandes ciudades. Lo mejor de todos es que con 50 años esta Revolución Cultural apenas comienza.
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