La semana pasada tuve oportunidad de conversar con el Dr. Carlos Zapata Escalona, fundador de la Escuela (hoy Decanato) de Medicina de la UCLA, ex-rector de esa Universidad y por si fuera poco, exgobernador del estado Lara.
Lo llamé para saludarlo porque he sabido de algún quebranto de su salud. Lo percibí por el hilo telefónico muy bien, lúcido, conversador como siempre, con la misma preocupación por el destino del país. Conversamos un buen rato. Una de las preocupacionesmás sentidas que me manifestó el Dr. Zapata, fue lo referente a la intención oficialista de eliminar el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) que él conoce muy bien. Me dijo: “Esas son instituciones que todo gobierno sensato debe fortalecer”. Pertenecen, digo yo ahora, a todos los venezolanos y fueron creadas para aportar no solo al desarrollo científico de la nación sino a la solución de los graves problemas de salud, ambientales, de conservación, tecnológicos etc. No entiendo ese afán grotesco del régimen de destruir todo, de acabar con todo, como si nada de lo existente hubiera servido. No tienen el más mínimo sentido dela conservación y del agradecimiento.
Me contó el Dr. Zapata, por ejemplo, una historia que poca gente conoce, por la cual él le tiene gran cariño y agradecimiento al IVIC. Cuando estaban en los días iniciales de la Escuela de Medicina de la UCLA, a pesar de los valiosos médicos y profesores barquisimetanos de la época, él tuvo que pedir ayuda a varias instituciones del país porque no lograban completar, en áreas muy importantes, todo el personal académico necesario de la nueva Escuela. “Estuvimos a punto de sucumbir, ya no sabíamos qué hacer”, me comentó. Y fue el IVIC quien nos ayudó.
Me refirió que era entonces presidente del IVIC, el Dr. Raimundo Villegas, gran amigo suyo, me parece recordar que me dijo que Villegas fue su alumno o su asistente. El IVIC proporcionó profesores en física, biología, química y otras asignaturas importantes para la formación médica hasta que la UCLA fue formando su propio personal. Nunca olvidará el Dr. Zapata aquél gesto de esa noble institución. Por esa razón, pero sobre todo por la gran importancia de la investigación científica en Venezuela, Zapata está verdaderamente alarmado y adolorido por la noticia de una posible desaparición del IVIC. Arreaza, el ocupante de la vicepresidencia del país, dijo algo así como que la investigación del IVIC era elitesca. Sabrá el señorArreaza que Barquisimeto obtuvo ayuda del IVIC para su Escuela de Medicina, la cual goza hoy de gran prestigio y reconocimiento nacional.
Del IVIC nació el Intevep en 1976 y la Fundación Instituto de Ingeniería en 1980. Eso sí, los investigadores y los profesores universitarios, son hombres y mujeres de pensamiento crítico y libre, y eso no le gusta a este régimen.
