“El Catarí” negociaba desde Uribana liberación de adolescente y una joven

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Al menos diez personas integran la banda responsable de los dos secuestros más recientes cometidos en Lara: se trata del adolescente de 14 años plagiado en Cuara, municipio Jiménez, y de una joven de 18 años secuestrada hace dos días en Yucatán, al norte de la ciudad.

“El Catarí” es un privado de libertad quien se encuentra recluido en el centro penitenciario de Centro Occidente, mejor conocido como la cárcel de Uribana, y como en muchos otros casos es uno de los tantos que utiliza el teléfono celular no sólo para comunicarse con sus seres queridos, sino como principal herramienta para delinquir.

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Doce días estuvo el adolescente de 14 años plagiado en Cuara en manos de sus captores y en todo ese tiempo, en seis oportunidades, se comunicaron con los familiares del muchacho para negociar su libertad. Siempre fue una misma persona la que llamó y ejercía la presión en los seres queridos del jovencito.

Familiares del adolescente por saber del estudiante llamaron en varias ocasiones al teléfono del niño y les contestaron diferentes personas, pero nunca se lo comunicaron.

Escuadrón letal

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Ramón Silva Torcat, jefe de la Delegación del Cicpc Lara, indicó que una vez que la Brigada Contra Secuestro tuvo conocimiento del caso comenzaron a trabajar en el mismo.

Arduas fueron las pesquisas de los sabuesos que integran este escuadrón que se ha vuelto letal para los hampones, porque no le han dado tregua al secuestro. Desde hace cuatro días lograron la ubicación e identificación de uno de los delincuentes involucrados en el plagio del adolescente.

La meta de los sabuesos era rescatar al adolescente y le montaron cacería al joven, a quien en horas de la tarde de ayer pudieron detener en la calle 1 entre carreras 6 y 7 de Cerritos Blancos, al oeste de la ciudad.

Keiber Jesús Querales Pérez (19), mejor conocido como “El Keiber”, fue detenido por los efectivos, trasladado hasta la sede del cuerpo detectivesco en donde confesó su participación en el hecho. Indicó que era la primera vez que lo hacía a pesar de tener prontuario. Tras algunos interrogatorios determinaron que este joven estaba cuando plagiaron al adolescente, además llevó a los funcionarios hasta donde lo tenían cautivo.

Una vez que la Brigada tuvo conocimiento del lugar donde se encontraba la víctima, se prepararon y se fueron hasta el sector 4 de febrero de El Garabatal. Con autorización del Ministerio Público ingresaron al rancho de zinc verde con morado y al identificarse como funcionarios fueron sorprendidos por el accionar de un arma.

Los efectivos repelieron la acción del mismo modo y la persona que cuidaba a la víctima cayó abatida en la parte de atrás del rancho.

Un grupo de efectivos ingresó al rancho, el cual consta de dos piezas, una sala y un cuarto que estaba divido por una sabana, una parte en donde dormía el cuidador y otra la víctima, a la cual encontraron descalza, en pantalón y sin franela, encadenada de su pie izquierdo a la cama.

El muchacho, asustado por los disparos, abrió sus ojos. “No tengas miedo, somos del Cicpc y vinimos a rescatarte”. Paralelamente otros efectivos llevaban hasta el ambulatorio de La Carucieña al sujeto que resultó herido, quien fue identificado por sus familiares y se trataba de un adolescente de 17 años, conocido como “El Mango”.

“El Keiber” también indicó que eran conocidos y los había presentado un amigo del barrio.

El comisario Silva Torcat indicó que se estaba trabajando en la identificación del resto de la banda que está conformada por al menos diez personas, contando al detenido, el abatido, “El Catarí”, así como a siete más que faltan por aprehender. Se trabaja en la ubicación de dos motocicletas y un vehículo viejo utilizado por estos delincuentes.

El arma incautada al abatido es un revólver calibre 38 que tenía los seriales limados.

Así mismo se conoció que “El Keiber” se encontraba solicitado por el Juzgado Segundo de Control desde el 27 de febrero del presente año, no especificando el delito, pero según relató él, se había dejado de presentar. Fue detenido por el delito de robo cuando tenía 16 años, pasó un año y tres meses en El Manzano y en el 2010 le otorgaron una medida cautelar de presentación que debía cumplir mensualmente.

Lo apuntaban  para ir al baño

Se confirmó que fueron tres sujetos quienes interceptaron al adolescente cuando iba con un grupo de seis jóvenes al liceo en Cuara, específicamente plagiado a 2, 5 kilómetros de su hogar el 5 de diciembre a las 6 de la mañana.

En ese momento sus captores se portaron agresivos y groseros y fue cuando desde un primer momento lo llevaron al rancho.

La vivienda es propiedad de uno de los siete evadidos. Los cuidadores fueron varios, pues se turnaban para pasar la noche en el lugar. El estudiante comía cuando lo pedía. Le llegaron a dar arroz con pollo, huevo, pan y arepa. Todas las noches iba una dama a llevar el alimento y a veces lo cocinaba allí mismo.

El muchacho pudo bañarse, pero lo hacía dentro de la misma pieza. Para hacer sus necesidades le soltaban el pie, le dejaban puesta la cadena y le colocaban un tobo, pero su cuidador lo apuntaba con un arma, indicándole que no lo mirara. El adolescente siempre mantuvo su rostro bajo y obedecía a las órdenes de los delincuentes; temía por su vida.

Pero por fortuna los efectivos del Cicpc acabaron con esos días de pesadilla y el jovencito, la misma noche del domingo, volvió a los brazos de su padre. En el hogar fue recibido con gran alegría.

La sueltan por presión
Cabe destacar que a horas de la medianoche del domingo, en las adyacencias del Polígono de Tiro, fue liberada una joven de 18 años de edad, quien habría sido plagiada de su casa en la urbanización Yucatán el viernes 14 de diciembre a las 7:45 de la noche. Esa dama se convertía en la secuestrada número 37 de la entidad larense.

Los captores que llegaron ese día a su morada amarraron a todos los integrantes de la familia, se robaron algunas pertenencias de la casa, como televisores, todo lo montaron en una camioneta Jeep Gran Cherokee beige, propiedad de la familia, y se fueron con rumbo desconocido, indicándole que después se comunicaban con ellos.

La Cherokee apareció abandonada por la vía El Trapiche y los sujetos establecieron comunicación para solicitar dinero por Diana Estephanía Arrieche Canelón.

Efectivos del cuerpo detectivesco terminaban de rescatar al adolescente, pero ya tenían conocimiento de este caso, pero a la muchacha la liberaron, con tan solo dos días de haber sido plagiada, y sin que sus familiares cancelarn algún dinero.

Así mismo hicieron respectivamente las averiguaciones sospechando que se tratara del mismo grupo hamponil y efectivamente constataron que las llamadas de negociaciones que se habían realizado por la joven provenían de Uribana y el llamador era nada más y nada menos que “El Catarí”.

Fotos: Ángel Zambrano/Emanuele Sorge

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