De las 14 personas que estaban recluidas en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Central Antonio María Pineda (Hcamp) a principios de esta semana, sólo quedaron seis por tener condiciones secuelares. La paralización de las intervenciones quirúrgicas obligó el egreso de pacientes electivos, quienes junto a sus familiares regresaron con la decepción de esperar hasta el próximo año para ser operados.
El equipo reporteril de EL IMPULSO, se trasladó al apartado asistencial que tiene como epónimo al Doctor Gerardo Caycedo, en función de conocer las modificaciones que se aplicaron luego de que ocho médicos renunciaran, en solidaridad a dos especialistas que fueron imputados por no reingresar a un estudiante de cuarto año que previamente había sido reprobado y retirado del curso, por no superar las expectativas académicas.
La atención sigue siendo la misma y bajo responsabilidad de los médicos residentes. Los pocos pacientes que están en el servicio reciben la respectiva revista médica, cambio de curas y les aplican reformas pertinentes al tipo de tratamiento.
Sin embargo, enviaron a sus hogares a los pacientes potencialmente egresables, quienes tenían pautadas cirugías en el transcurso de esta semana y que previamente contaban con una evolución clínica. Al conocer estas medidas, los familiares se mostraron afligidos porque ya tenían todos los trámites necesarios para la intervención de su pariente. Así lo relató la doctora residente Jenny Ruiz.
“Muchos de los familiares salieron del servicio llorando, porque los pacientes tenían las exigencias del preoperatorio listas, incluso habían comprado el material requerido para la intervención. Están decepcionados debido a que están pagando las consecuencias del problema”.
Entre los egresados, uno de ellos padece de hidrocefalia y se le iba a colocar una válvula en los próximos días; otro adolece una hernia discal; incluso un ciudadano tenía descompresión de la fosa posterior y otro más esperaba por una artrodesis vertebral.
Mientras que los recluidos, permanecen en el centro por estar en fase de recuperación de un traumatismo severo o por padecer de alguna infección.
Atienden las emergencias
Ruiz, aclaró que el hospital sigue atendiendo las emergencias, muestra de ello es la intervención quirúrgica de un ciudadano que ingresó ayer tras recibir una patada en su cráneo por parte de un buey.
“El paciente que está siendo intervenido tiene 7 puntos de Glasgow y está conectado a respiración mecánica, a él no se puede referir porque se nos puede morir en el traslado. Afortunadamente el doctor Rafael Vásquez, anterior jefe del servicio, permanece asistiendo en plan de contingencia para que nos puedan abrir el quirófano, pues los residentes no contamos con el sustento legal para operar porque estamos en proceso de formación”.
Este servicio es el más importante de la región centroccidental con una disponibilidad de 30 camas y un promedio de 1.000 a 1.300 intervenciones quirúrgicas anuales.
