Sólo falta un milagro para que el “médico de los pobres” sea nombrado el primer santo católico del país, aunque para los venezolanos y muchos latinoamericanos, el Dr. José Gregorio Hernández es ya una figura de fe, por los favores que ha concedido al clamarlo en oración cada vez que se suscita una mala situación de salud.
Desde la iglesia de La Candelaria de Caracas, lugar donde reposan sus restos, se realizaron este lunes diversos actos conmemorativos al cumplirse 96 años del fallecimiento del gran ilustre.
«Para toda la Iglesia Católica de Venezuela es motivo de orgullo trabajar, como lo venimos haciendo, sin pausa ni tregua, en la recolección de testimonios de posibles milagros, en dar a conocer la vida del Venerable y en promover el clima de oración en las familias, en las iglesias y en las comunidades para rogarle a Dios la gracia del milagro que necesitamos para conseguir su beatificación», afirmó Monseñor Fernando Castro Aguayo, Vicepostulador de la Causa de Beatificación de José Gregorio Hernández.
En 1949 el Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo Castillo, inició la Causa de Beatificación y Canonización del “médico de los pobres”, y es en 1986 cuando el Papa Juan Pablo II, hoy santo, luego de los estudios sobre la vida y virtudes, decretó que el doctor José Gregorio Hernández vivió un compromiso cristiano y practicado las virtudes en grado heroico, por lo cual recibe el título de Venerable, antepenúltimo escalón en el camino hacia la santidad. Para el actual Vicepostulador probar un milagro no es fácil, afirma que están trabajando y las investigaciones van bien.
“A través del correo [email protected] que es el más conocido de los devotos, llegan numerosos testimonios diariamente”, agregó que desde la oficina de la Causa de la Beatificación examinan alrededor de 1.700 casos que aunque algunos son sencillos y carecen de documentación son revisados cada uno con gran mística y compromiso.
Asimismo, explicó que el milagro debe proceder de una curación instantánea y que ésta debe poseer algún comprobante médico que la avale, «podemos estar en presencia de un milagro cuando somos testigos de una curación instantánea, sin explicación científica, fruto de la oración comunitaria a Dios por intercesión de José Gregorio, pero es importante conservar toda la documentación médica».
En cuanto a las declaraciones del Presidente Nicolás Maduro sobre un supuesto saboteo de la Conferencia Episcopal Venezolana, para evitar que el Venerable sea elevado a los altares, el Monseñor desmintió esto al señalar que sus hermanos obispos han apoyado esta causa. “En ningún momento he encontrado en mis hermanos obispos una hostilidad ni un obstáculo para el trabajo, todo lo contrario, han sido fuente de aliento, de comunión; todos han sido unos comprometidos colaboradores para dar a conocer la vida de José Gregorio Hernández en tantos lugares, donde trabajan con mucho sacrificio y para que la recta devoción crezcan, de muchas partes de Venezuela y el mundo nos están llegando testimonios», dijo.
