Desde hace meses se han desatado robos a residencia en el norte de la ciudad y la Brigada Contra Robos del Cicpc, comenzó a trabajar en ello y determinó que integrantes de la banda El Orejón, estaban detrás de las acciones delictivas.
Tras un seguimiento lograron la ubicación de algunos integrantes de dicha organización delictiva y el día de ayer, a las 4:30 de la madrugada, allanaron varias residencias en el sector Retén Abajo, de Tamaca, y como resultado dos personas resultaron abatidas.
Estaban solicitados
El comisario Luis Brito, jefe del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) Lara, informó que se comenzó a investigar sobre los robos a las residencias de la zona norte. Al identificar a la banda, con órdenes de allanamiento en mano, se hicieron cuatro visitas domiciliarias. Dos fueron infructíferas y en las otras viviendas, dos de los supuestos miembros de la banda, recibieron a la comisión con disparos.
Los funcionarios repelieron la acción de la misma forma y lograron abatir a dos de los presuntos delincuentes.
Los mismos fueron identificados como Carlos Luis Suárez (21), conocido como El Orejón, y líder de la organización delictiva, y Diosmar Andrés Rigió (24), apodado El Corto.
Además se fugaron varios de ellos, ya identificados, entre ellos un sujeto conocido como David, así como Charly Orochendo, sobrino de El Orejón.
El supuesto enfrentamiento en donde cayó abatido El Orejón, fue en la carrera 4, sector El Sisal II de Retén Abajo, y a una cuadra cayó El Corto.
Brito explicó que a los abatidos se les incautaron dos armas de fuego, una pistola calibre 9 milímetro, con los seriales alterados y un revólver calibre 38.
Según indicó el jefe del Cicpc Lara, los abatidos se encontraban solicitados por el Juzgado Control 1, además El Orejón tiene un antecedente por el delito de droga.
Actuaban en hora y media
Según las investigaciones los miembros de la banda El Orejón,estudiaban a cada una de sus víctimas, y una persona cercana al núcleo familiar los ayudaba. El día que elegían para cometer los asaltos, eran llevados por un vehículo dejados en la residencia, allí amordazaban a sus víctimas las encerraban en los cuartos o baños y ellos procedían a llevarse todos los electrodomésticos, dinero y cosas de valor que consiguieran.
Además estaban amenazando a sus víctimas con quitarle la vida. Actuaban en una hora y media y luego eran buscados.
El comisario Brito manifiesta que las víctimas de los robos, procederán a hacer unas ruedas de reconocimiento con los fallecidos, con la finalidad de verificar que fueron estas las personas que los asaltaron.
“No era la forma”
Un poco confundida la señora Olga Pimentel, comenta que ella estaba dormida con su nieto de cinco años cuando llegaron tumbando la puerta. Los funcionarios no se identificaron, simplemente la halaron del brazo y la sacaron de la casa, así mismo hicieron con un hijo, y su yerna. “No fue la forma; pudieron haber matado al bebe de cinco años”, expresa la señora.
Pimentel asegura que en el momento que los sacaron de la casa, su hijo Carlos Suárez, quedó adentro, al igual que su nieto Charly Orochendo (26). De inmediato se escucharon unos disparos y ella no supo más nada de sus seres queridos.
Una vez que se retiró la comisión del Cicpc del lugar, fue que pudieron entrar a la casa y vieron que había sangre. Imaginaron lo peor, acudieron al ambulatorio de Tamaca y solo descripciones obtuvieron, pero al llegar a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, fue que constataron lo peor.
La madre de Suárez aseguró que su hijo trabajaba como mecánico y su nieto es artesano.
