Cuando la inauguraron, las autoridades la describieron como una prisión de “máxima seguridad”, construida con un pared de concreto y cabillas armadas con cuatro metros de profundidad, para evitar que los internos hicieran túneles.
Tiene una altura entre 12 y 13 metros, además de cercas perimetrales de unos 10 metros de altura con alambre de púa y sistemas de alta tensión para evitar fugas, sumado a ello garitas de seguridad ubicadas en puntos estratégicos y aún así los privados de libertad han logrado evadir esos controles.
La madrugada del domingo se registró la tercera fuga en la Comunidad Penitenciaria de Fénix y dos internos penados lograron recobrar su libertad de forma anticipada.
En conteo se dieron cuenta
A las seis de la mañana del domingo, los custodios hicieron el respectivo conteo de los internos de la Comunidad Penitenciaria de Fénix y se percataron que en el área de máxima faltaban dos; los volvieron a contar y el número era el mismo, comenzaron a revisar sus celdas, una por una y nada.
Algunas personas aseguran que comenzó la tensión dentro de Fénix y avisaron a los directores de la falta, de inmediato sacaron a los presos de máxima y los comenzaron a interrogar: ninguno quiso decir nada. Familiares de los reos que allí se encuentran aseguran que los golpearon para tener información y nada.
Horas más tardes otros privados de libertad corroboraron la información.
La fuga fue notificada al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), así como a la fiscal 13 del Ministerio Público, con competencia en Asuntos Penitenciarios.
Treparon
Según las versiones dadas en el centro penitenciario, los internos del área de máxima que está ubicada por la parte trasera del penal, fueron sacados para ver una película, momento en el cual eran llevados a sus celdas. Supuestamente los dos reos aprovecharon un descuido de los custodios y se metieron a un lugar que estaba desolado.
Aprovecharon la madrugada y supuestamente utilizaron trapos, sábanas y ropa, para hacer una cadeneta y brincar la pared, que tiene aproximadamente 12 metros de altura.
Además rompieron la cerca perimetral con una cabilla que utilizaron de gancho y se fueron.
Aparentemente en la garita de seguridad no había guardia nacional alguno, o desconocen dónde estaba en ese momento, según la información aportada por la directora del penal a las autoridades que están a cargo de la investigación.
Identificados
Los internos evadidos fueron identificados como Heidor Yohan Sánchez Vallejo y Carlos Alberto Hernández Tablante.
Sánchez Vallejo (22), es natural del estado Mérida, detenido en Táchira el 5 de junio del 2013, fue trasladado a Uribana y condenado a 12 años de prisión y 3 meses, por los delitos de tráfico de sustancia estupefacientes y psicotrópicas, ocultamiento de arma de fuego y municiones, robo agravado y asociación para delinquir.
Fue trasladado a Fénix el 22 de octubre del 2013 y su pena se cumplía el 14 de enero del 2026.
En el momento de ser capturado dio como lugar de residencia Junín (estado Táchira), pero su actual dirección era en Naguanagua, en la ciudad de Valencia, estado Carabobo.
El segundo evadido es Carlos Alberto Hernández Tablante (28), natural de San Fernando de Apure, su causa es del estado Yaracuy, fue detenido el 19 de febrero del 2011 y penado a 28 años de prisión por homicidio calificado por motivos fútil e innoble.
Fue ingresado a Fénix, el 25 de octubre del 2014, venía desde la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), ubicada en San Juan de los Morros. Debía estar en prisión hasta el 19 de febrero del 2039.
Se hizo una búsqueda por toda la zona y no dieron con los reos. Los funcionarios tuvieron información que los vieron por el sector Quebrada Arriba, así como por Algarí, vía Pavia, pero no pudieron dar con su paradero.
Suspendida la visita
Una vez que los directivos del penal conocieron la noticia, a las nueve de la mañana del domingo suspendieron la visita.
Familiares se quejaban porque muchos vienen de lejos, sentían temor porque veían mucha presencia de funcionarios de la Guardia Nacional, a lo que trabajadores de Fénix le explicaron que tenían un evento y hasta aseguraron que venía el presidente Nicolás Maduro.
Las madres dicen sentirse engañadas, porque horas más tardes se enteraron que se trataba de una fuga y que por este hecho fueron maltratados algunos internos.
Una dama proveniente del Zulia, manifestó que tenía un mes sin ver a su hijo, porque la visita es mensual. El domingo le tocaba al área de Enfermería y se quedó sin verlo; solo permitieron el pase de medicamentos.
Así mismo relató que estaba desde el jueves en la entidad haciendo algunas colas para traer sus productos personales y hasta el día de hoy ha gastado 7 mil bolívares, quedando sin pasaje y sin poder ver a su muchacho.
Otras damas manifestaban no entender cómo se dio la fuga, pues aseguran que no permiten el ingreso de ropa y sábanas.
Tercera fuga
Esta es la tercera fuga que se registra en la Comunidad Penitenciaria Fénix, la primera fue el 3 de noviembre del 2013, a cuatro días de su inauguración, se fueron siete y cinco fueron recapturados.
La segunda el 1° de marzo del 2014, se evadieron 17 internos, a los cuatro días ya habían recapturado a siete de ellos.
A raíz de esa segunda fuga, culminaron la construcción de las paredes de la parte de atrás del penal y se instaló un puesto de la Guardia Nacional permanente que hasta hoy en día debiera estar en funcionamiento.
Investigaciones
Por esta fuga se encuentran privados de libertad tres custodios, de los cuales solo dos fueron identificados como Paúl José Araujo y Douglas José Figueroa, dieron a conocer fuentes ligadas a la investigación. Así mismo se dijo que además fueron detenidos cuatro funcionarios de la Guardia Nacional, pero dicha información no fue confirmada.
Hasta ahora no existe un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades del Ministerio Público y mucho menos del Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
90 Polilaras investigados
Al menos 180 funcionarios de Polilara están dedicados a la custodia de los 232 presos que están en el calabozo de la 30. De los mismos investigan a 90 funcionarios.
Según explicó Luis Rodríguez, comandante de la Policía del estado, tenían informaciones del ingreso de armas a los calabozos e inmediatamente se canalizó la petición de la requisa al Ministerio Público y tres días después fue ejecutada.
El resultado: una granada incautada, dos armas de fuego, municiones y droga.
Rodríguez comenta que son dos o tres funcionarios los que se prestan para estas actuaciones indebidas, pero son investigados 90 porque se encontraban de servicio desde que se comenzó a tener la información.
Por ahora se está rotando el personal policial y se colocarán más cámaras de vigilancia en los calabozos.
