Difunto y matrimonio

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(En portugues «defunto», en español «difunto», en inglés «dead», en francés «defunt», en alemán «verstor-ben» y en italiano «defunto»).

(En portugués «matrimonio», en español «matrimonio», en inglés «marriage», en francés «mariage», en alemán «ehe», en italiano matrimonio).

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En Venezuela cuando una persona se muere se le hace un “acta de defunción“ en la cual una autoridad civil señala “la causa de la muerte”. Y antiguamente cuando no se sabía la causa de la muerte se escribía que había fallecido de “maranto“, pero si moría del corazón se escribía de un infarto al miocardio, o de repente, o de tuberculosis, o de cáncer, o de sida, etc…

Y cuando una persona se casa se le hace un “acta de matrimonio“ donde si la novia era primera vez que se casaba se colocaba que contraían matrimonio por no tener impedimentos, y si tenía hijos que “regularizaba la unión concubinaria de muchos años en que había vivido” y aprovechaban para reconocer o legitimar los numerosos hijos que habían nacido.

Ahora no ahora se esconden las dos cosas: ¿como se convocó a elecciones sin la partida de defunción del señor presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela?

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¿Como se señala que la señora doctora Cilia Flores es la Primera Dama sin el acta de matrimonio con el señor Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, señor Nicolás Maduro?

Lo importante es que Venezuela es superior a todo. Si hay o no hay el país sigue. Si prueban o no los hechos el país sigue.

La gente esta enloquecida comprando demás. Bastaría con que cada uno de nosotros decidiera comprar solo una sola cosa de cada producto para que retorne la normalidad.

Si yo compro una harina pan, un café, un aceite, un azúcar, un kilo de carne, un pollo, un kilo de arroz, un paquete de espagueti, una bolsa de pan, un litro de leche, etc… todo el mundo también podría comprar lo mismo y volvería la normalidad a la economía venezolana.

Si cada negocio prestara su baño los ciudadanos sentirían que vuelve la normalidad.

Si los jueces, los fiscales, etc… los funcionarios cumplieran su función, y prestaran el baño a los usuarios el país sería distinto.

Con pequeñas cosas cambiaríamos todo. Pero si el país leyera el acta de defunción de Hugo Rafael Chávez Frías entendería la realidad.

Y si leyera el acta de matrimonio de Cilia y Nicolás, el matrimonio y la familia como célula fundamental de la sociedad comenzaría a recuperarse, y hasta mis alumnos de Formación Social, Moral y Cívica, entenderían mi ejemplo en clases de comparar el matrimonio y el concubinato con una arepa redonda y una arepa cuadrada, saben lo mismo pero lo normal es la arepa redonda.

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