Barquisimeto despertó con una kilométrica cola de personas en las inmediaciones del supermercado Garzón, al este de Barquisimeto, donde había arribado un cargamento de 1.000 bultos de leche en polvo.
El preciado producto, que se encuentra en la lista de desaparecidos del mercado, generó momentos de histeria colectiva dada a las extenuantes horas de espera y al inclemente sol matutino. Usuarios dijeron sentirse humillados a causa de una crisis que parece incomprensible en un país petrolero.
Desde las 12:00 de la noche de este miércoles, se apostaron cientos de ciudadanos en las adyacencias del citado establecimiento, donde desde el martes se había vendido un gran lote de este rubro.
La noticia de la presencia de leche en el supermercado se corrió rápidamente, generando la presencia de más personas que deseaban adquirir el producto de la cesta básica.
Al entrar la mañana, el escenario lucía impresionante, con dos filas notablemente diferenciadas entre ciudadanos comunes y personas de la tercera edad. La primera de ellas superaba los 300 metros, alcanzando la Redoma del Sol y el Complejo Ferial Bicentenario. Mientras que la segunda medía aproximadamente 150 metros. Hasta diez horas de espera denunciaron los usuarios entrevistados.
Ánimos caldeados
La lentitud en el proceso de venta y la viveza de algunas personas que vendían cupos en los primeros puestos de cola, produjo que se caldearan los ánimos entre los asistentes, quienes procedieron a trancar la avenida Libertador a fin de manifestar su descontento. La acción originó la intervención de la Guardia Nacional para el restablecimiento del orden y el cierre del portón del estacionamiento. El hecho se registró poco después de las 9:30 de la mañana.
Sólo tres kilos por persona
Como de costumbre, a los ciudadanos les fue regulada la venta del producto, la medida se estableció con tres kilos de leche en polvo por persona. Asimismo, en el establecimiento se encontraban otros rubros escasos como aceite vegetal y café.
“Esta situación es insostenible, estamos cansados de tanta humillación. Esto no es calidad de vida. Sinceramente vivimos como unos animales, a tal punto de tener que hacer cola para poder alimentarnos adecuadamente. Antes, en los supermercados se conseguía variedad y buenos precios, pero ahora no se encuentran los rubros básicos. Le exigimos al Estado a que sincere los precios e incentive la producción del país, ya que sus políticas van rumbo al fracaso”, denunció la ciudadana Luisa Martínez.