Dictamen – Mientras Maduro duerme

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La violencia política ya se adueñó del país en esta nueva etapa postchavista que luce cada vez peor. Así como nos acostumbramos a la escasez, ahora la tortura y la represión forman parte de la cotidianidad venezolana. La ausencia de instituciones independientes impide que exista un Estado de Derecho mínimo con garantías constitucionales.  Al contrario, el TSJ de lo único que se ocupa es de constitucionalizar el abuso y justificar el militarismo.
Pero a diferencia de los años del chavismo, ahora no hay unidad de mando ni mucho menos un liderazgo político capaz ofrecer algún orden al menos factico a esta tragedia. Ya todo es posible y la incertidumbre es la única regla. Maduro no es capaz de tomar decisiones, ni siquiera se ha atrevido a soltar a Simonovis a pesar de la obvia conveniencia política que supone eso para él y del consejo que hasta José Vicente Rangel le diera públicamente. Tampoco pudio evitar que la cúpula militar ordenara el enjuiciamiento a dos alcaldes de oposición a pesar de que tal medida solo conseguirá otorgarle dos derrotas electorales al PSUV. Maduro no controla ni a su partido ni a los militares y ha tenido que convivir con los herederos directo del 4F como Reyes Reyes y Arias Cárdenas quienes ejercen su caudillismo en sus regiones con total autonomía del Gobierno Central. Ni hablar de Diosdado Cabello quien tiene a todas luces agenda propia e inconfesable.
Las guerras decretadas por el Presidente contra la corrupción y el contrabando no pasaron de ser amenazas estériles, mientras que la reforma económica avanza a paso de morrocoy justamente por la falta de liderazgo. Tan solo se pudo materializar el Sicad 2 luego de un año de anuncios incumplidos y eso producto de la gravedad ya de la crisis. Ante esta situación, el gran objetivo de Maduro es disimular y seguir tratando de esconder que el poder en Venezuela no recae en él, sino que está diluido en bandas cual familias de la mafia que trabajan unidas solo para mantener un negocio común.
Mientras esto pasa, las propias bases oficialistas denuncian en los pocos foros abiertos que todavía quedan la muerte del “legado del comandante” y la ausencia de la revolución socialista en el gobierno de Maduro. Basta leer la página web de aporrea para constatar el grado de crítica interna que existe de aquel lado. Por otra parte la población toda vive los niveles de escasez más grande de nuestra historia y el más alto del Continente después de Cuba por supuesto que es nuestro norte. La inflación pulverizó el salario y los ahorros de la población entera, salvo de los enchufados boliburgueses que reventaron la piñata de Cadivi sin que nadie los investigue hasta el sol de hoy.
Ante esta tragedia los estudiantes siguen protestando acorde con su espíritu libre y combativo de todas las épocas. La respuesta de este régimen militarista y deformado ha sido la represión más brutal nunca antes imaginada en Venezuela. El país está quebrado y la constitución está derogada mientras se queman universidades y se llenan las cárceles de estudiantes. Pero Maduro duerme tranquilo, y cómo no, si ni siquiera está al tanto de lo que pasa realmente en sus propias filas. Sin duda lo que hizo Chávez fue identificar a un sucesor que solo sirviera de testaferro político para beneficio de los Castro y los militares. Lo encontró para tragedia de nuestro pueblo.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.

@chatoguedez

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