DICTAMEN – El pueblo versus los enchufados

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Cuando Ingrid Pineda de 32 años salió de su casa antes de las seis de la mañana para postrarse en una larga cola de un Pdval con sus siete meses de embarazo, no se imaginó que iba a terminar abaleada por un militar que no pudo controlar su fusil cuando le tocó intervenir para calmar a las patriotas molestas por los embates de la escasez. Fue a buscar harina y casi consigue la muerte. Pero lo que quizá aún no sabe Ingrid es que su tragedia cotidiana está relacionada directamente con ese CD que ahora los buhoneros cercanos a su casa están vendiendo con la cara de Mario Silva. Según el ya famoso audio de Silva, hoy no hay divisas para importar alimentos y productos de primera necesidad porque empresas de maletín asociadas a Diosdado Cabello se han dedicado a sacar del país “los dólares del pueblo” para beneficio exclusivo de una verdadera oligarquía roja. Si lo dicho por Mario Silva fuera mentira o un montaje, sencillamente hoy la Hojilla estuviera todavía al aire. Pero el despido de VTV de Mario Silva, el silencio sepulcral de Maduro y la frase de Diosdado de que no le quita el sueño las opiniones del hojillero, constituyen una confesión de parte y un aval a la legitimidad de la grabación.
El hedor de la corrupción de los enchufados ya no se aguanta. Hay demasiado poder y muy poca legitimidad en esta etapa de “chavismo sin Chávez”. Jesse Chacón aprovechó la enfermedad del “jefe supremo” para sacar de la cárcel a su hermano que estaba pagando condena por quebrar un banco comprado con dinero dudoso. Ahora el encuestador y hermano del banquero indultado vuelve al Gobierno con el propósito de privatizar la energía eléctrica en el país. Por su parte José Vicente Rangel lanzó una crítica contra Maduro para luego negociar su domesticación a cambio de un cambur para su no muy querido hijo, el ex alcalde de Petare y hoy flamante viceministro de Interior y Justicia. Al yerno del “supremo” le tocó en la herencia la Vicepresidencia y VTV. Y así todos los enchufados se han ido repartiendo el país en medio de una crisis económica y social sin precedentes que parece no importarle. Ya sabemos de qué trata esa cúpula inconstitucional llamada “Comando Cívico Militar de la Revolución”. Ese es el Cartel que maneja el negocio más rentable de la historia, los dólares de Pdvsa. Para que Ingrid entienda, el Gobierno tiene el monopolio de los dólares en al país a través de Cadivi y el BCV, y se los vende sólo a quienes ellos decidan a un precio menor a la cuarta parte de su valor real de mercado. O sea que una empresa de maletín de las que habla Mario Silva obtiene una ganancia de más de 400% sin generar un empleo, mover un dedo, ni traer un kilo de alimento. Mejor que el negocio de la droga y lo único que hay que hacer, es ser un enchufado. Y esta, mi querida Ingrid, es la razón por la que hoy el pueblo venezolano, en medio de la bonanza petrolera más grande, no encuentra papel para limpiarse.
Se trata de la antítesis del socialismo, de la desigualdad más injusta y atroz, entre los ladrones corruptos de los dólares subsidiados y un pueblo devaluado que gana en bolívares. Es la dictadura del dólar, el capitalismo en su versión más grotesca, un capitalismo de Estado en manos de una cúpula militar ilegítima que se sostiene a punta de opresión y persecución. Y aguas abajo también vemos pulular las ramificaciones de esta mafia, con testaferros nuevos-ricos que andan orondos ya en todos los clubes sociales del país. Pero al igual que Ingrid, todos debemos entender que su opulencia es la causa de la inflación y escasez que tiene a Venezuela sumergida en la crisis más vergonzosa a pesar de que el barril de petróleo se sigue cotizando por encima de los cien dólares. ¿Y nos vamos a quedar callados? El plan es claro, utilizar ese poder económico y político para terminar de comprar el país, como pasó ya con Globovisión. Pero este no es un problema sólo de la oposición, los enchufados no discriminan a la hora de usar su poder mafioso. El pasado lunes salieron del aire simultáneamente los programas antagónicos Buenas Noches de Globovisión y la Hojilla de VTV. Lo interesante es que ambas censuras respondieron a los intereses de una sola persona, Diosdado Cabello. Ya no se trata de chavismo y antichavismo, en esta nueva etapa la batalla es entre el pueblo y los enchufados. Pero el dinero no lo puede todo y la lucha por la verdad apenas comienza. Ahora, con más razón.
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.

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