Hace pocos días el Presidente Maduro anunció en una transmisión de VTV la creación de una comisión para el recorte presupuestario 2015. Era ya el decreto formal de crisis, luego del fracaso de Ramírez en la OPEP y en la antiOPEP, donde no pudo imponer su tesis de “precios justos” usada a la inversa que se usa para la economía interna del país, o sea, en este caso el precio justo del petróleo es un precio permanentemente alto que garantice un margen de ganancia sustancioso para hacer inversiones. ¿Qué cosas, no? Descubrió el capitalismo.
Lo cierto es que Maduro tuvo que decir delante de una “asamblea” de trabajadores que se quedaron esperando por su convención colectiva, que lo que viene es joropo y que desde ya va a reducir el gasto del año que viene con ajustes presupuestarios. Claro, que le fue más fácil decir que iba aplicar la tijera a los sueldos de los altos jerarcas y al “gasto suntuoso”. Lástima para él que minutos después hiciera un pase al estado Falcón donde le tenían como sorpresa un show íntimo de la nueva artista del momento Daniela Cabello, quien acaba de filmar quizá el video más caro de la historia del país con la canción oficial del Fitven. Pésimo repertorio para una alocución que trata de austeridad y crisis económica.
Y es que cualquiera se pregunta, luego de oír a Maduro, si el Fitven o el festival “Suena Caracas” que organiza su propio hijo, entran en su definición de gastos suntuosos. Lo cierto es que es al menos contrastante ver a Maduro y a Diosdado hablar de reforma fiscal, ajuste presupuestario y aumento de la gasolina, mientras que sus hijos hablan de rumba, sabor y conga. Todo parece indicar que la segunda generación de enchufados no sabe de crisis ni se entera. ¿Cómo pedir austeridad dando ese ejemplo? ¿Cómo implementar este paquetazo dosificado en medio del sarao boliburgues? ¿Con qué moral van a controlar así a los ministros, militares y funcionarios rojos? ¿Qué diría Chávez? Nos imaginamos que al menos le van a quitar la beca de Pdvsa a Pastor Maldonado, a menos que se inventen el cuento de que llegar de último en la Fórmula 1 es una necesidad básica para la revolución y el pueblo “mismo”.
Llegamos al llegadero. El Gobierno no es más que un batido repotenciado con lo peor de lo que ellos denominan “cuarta república”: Paquetazo, colitas en aviones de PDVSA, cúpula podrida, devaluaciones, masacres y perseguidos. ¿Hasta cuándo?
Caso cerrado, el dictamen final lo tiene usted.
@chatoguedez
