La indiferencia oficial que se percibe en los cementerios públicos se adueñó también de los entes privados.
La ciudadanía se resignó al permanente deterioro de los camposantos dependientes de la administración municipal, a la falta de mantenimiento, inseguridad y reparaciones a medias los días puntuales, como Día de la Madre, Día del Padre, Día de los Difuntos, entre otros.
Indolencia
La indolencia también se apoderó del Parque Cementerio Metropolitano del Este, situado en Cabudare, donde los precios de las parcelas se han encarecido y los servicios desmejoraron, según la denuncia de varios usuarios.
No bastan los avatares con los cuales tiene que lidiar el doliente cuando sepulta a un ser querido, también tiene que batallar con el pésimo servicio.
Es de mencionar que entre el mes de diciembre de 2014 y febrero de este año, el tape y el destape pasó de 4.600 a 5.800.
Por otra parte, ante la escasez de aluminio, el citado cementerio no oferta floreros.
Ahora, solo se abren dos cavidades a los pies de la tumba, que se fabrican con cemento por un valor de 150 bolívares cada uno.
Los usuarios cancelan anualmente por el mantenimiento, aproximadamente 1.200 bolívares, sin embargo, no se aprecia el cuidado del parque.
“Las grama está seca y no hay agua”, denunció un señor, a quien se le reserva su identidad por temor a represalias.
“Cómo es posible que uno pague por un servicio y cuando se visita una tumba esté en el peor estado. Abandonado, descuidado, no hay agua y todo está seco”, reiteró.
Otra señora expresó “pagamos por un mantenimiento que no existe, se roban los floreros y grama no hay, solo en la entrada para aparentar y disimular”.
Ante la falta de vigilancia, los robos al parecer son comunes en el cementerio, tal y como lo planteó Rosa María López. “La inseguridad dentro del cementerio es horrible, te atracan y nadie hace nada”.
La mayor cantidad de personas se acerca los fines de semana. Sin embargo, se encuentran con el doloroso escenario.
Las gramas secas y sin podar, sin agua en los diferentes grifos, la basura acumulada por todas partes, la “desaparición” de los floreros (a los cuales tienen que ponerles candados), entre otros incidentes.
También se conoció que las misas no se realizan como en otros tiempos y para el servicio de cremación los familiares deben madrugar.
