Las personas madrugan para formarse en las colas de la oficina del Instituto Venezolano del Seguro Social, ubicadas en la carrera 24, entre calles 30 y 31, con el propósito de informarse acerca de pensiones, jubilaciones o reposos.
Se trata de una verdadera calamidad, el trato hacia las personas que a pesar de ser de avanzada edad o de presentar alguna discapacidad, tienen que someterse a colas, exposición del sol o de la lluvia.
Marina Gutiérrez, de 55 años, explica que desde hace varios meses intenta introducir los documentos para optar a la pensión, no obstante, el sistema burocrático impide que pueda recibir este beneficio.
“Cada vez que vengo a la oficina me piden un papel diferente; no mantienen cuáles son los documentos necesarios. Intentan desanimar a la persona para que no gocemos de la ayuda económica que nos hemos ganado”, expresó.
¿Quién pone control a los gestores?
Por otro lado, los usuarios de las oficinas del IVSS se quejan de la presencia de los gestores a las afueras de la sede del centro de la ciudad; entre 150 y 500 bolívares cobran por el trámite más sencillo.
“No nos ofrecen información en la taquillas y nos mandan a salir a hablar con esos señores (los gestores); hay un vínculo ilícito entre los funcionarios y esas personas que cobran hasta por dar los buenos días”, agregó Pedro Mujica, afectado.
En este sentido, proponen que exista un departamento o taquilla para la atención al público, en la cual brinden información sobre los diferentes trámites o procesos y así dispersar las dudas del solicitante.
Una situación similar, en la cual cuestionan la buena atención del personal del IVSS, sucede en la oficina administrativa de Santa Rosa, ubicada en el este de Barquisimeto.
“Hacen reuniones de trabajo, en el horario de atención al público; demoran hasta más de una hora conversando mientras nosotros permanecemos de pie largo tiempo.
Es importante que las autoridades del IVSS hagan una revisión del personal y de cómo atienden a las personas para evitar que sigan ocurriendo maltratos en contra nuestra”, añadió Laura Machado.
Por otra parte, solicitan que las personas de la tercera edad y con alguna discapacidad, cuenten con una “verdadera” atención preferencial que no afecte el estado de salud.
El cansancio o fatiga generada a estas personas, sin duda, empeora sus condiciones y, por desdicha, marchan a sus casas inconformes con la atención recibida.
Finalmente, expresan que en dichas oficinas laboran hasta un poco antes del horario correspondiente, acumulando las solicitudes de los ciudadanos quienes reclaman celeridad.
