Del Guaire al Turbio – No lo sabía

-

- Publicidad -

En casa, los miércoles por la tarde, hay cursos trimestrales de divulgación cultural. Artes plásticas, música, literatura, historia, astronomía. Se cobra la inscripción para pagar a eruditos expositores. Viene por amistad, no por lucro.

“Creación poética y realidad” de Antonio Rodríguez Yturbe, me marcó. No soy amiga de vanguardias ni surrealismos. Con escepticismo oía ejemplos de este género. No entendí una poesía de Neruda, sólo oí un sonido armonioso de palabras sin sentido. ¿Podría yo hacer algo así? Me puse a escribir disparates sonantes. Salió algo. Lo envié al profesor y a mi hijo intelectual, el filólogo Xavier Reyes Matheus. Recibí:
“Creía que su «ensayo surrealista» iba a ser una especie de parodia de la poesía de vanguardia. Así que esta mañana abro el adjunto, pensando en divertirme con su lectura; lo leo….y se me cae la quijada hasta el suelo. Es, con diferencia, el mejor texto poético que le he leído nunca. Por supuesto, es muy difícil juzgar un poema hermético; pero valorando éste por sus méritos estrictamente formales, es una maravilla de ritmo y de eufonía, con esas rimas internas que acompasan el verso libre: transparencia/ arena, nuble/ soluble. Luego, las imágenes son bellísimas: «Las rocas en silencio soluble», «el espejo se rompe en estrellas» «se detienen las horas perdidas» y es notable que todas estas frases tiendan al decasílabo, que se combina al final de las estrofas con el pie quebrado: un rasgo que, a pesar de la modernidad de las formas y de las metáforas, resulta profundamente romántico -becqueriano, en concreto (…) Esto es muy significativo, e implica una carga de gran conciencia estilística, porque está claro que sin Bécquer no habría existido Lorca (…) Junto a todo ello, esa cadencia es típicamente operística, muy frecuente en los libretos de Verdi (…) Por otra parte, el poema es una colección de figuras retóricas muy bien usadas: anáforas, polisíndeton… Urge cambiarle el nombre: «Ensayo surrealista» parece un mero ejercicio estilístico, y aquí lo que hay es un buen poema; un gran poema”.

- Publicidad -

“… tu ilustre hijo acertó con palabras precisas el impacto que tu poema ha suscitado en ambos. Es difícil decir si el título que sugieres es el más adecuado. Es como un caleidoscopio del tiempo. Nadie mejor que tú para intuirlo. Sobre todo tratándose de un poema, al cual el término «hermético», no le encaja plenamente. Frases como «Busqué el centro del mundo/ y el ombligo infinito del cielo» (que juntas dan una visión de temporalidad y trascendencia al mismo tiempo) o «las rocas en silencio soluble/ definen el tiempo deshaciéndose/en arreboles de invierno…», son una mezcla hermosa de un clasicismo armonioso integrado a una pura vanguardia poética. Hay una música diversa, que lo recorre. Como bien dice Xavier, lo integran diversos mundos, y además, consciente o inconscientemente, hay una mirada hacia ti misma en el poema. Y también una fantástica sinfonía de colores, pero no atonales, No sólo hay una interconexión de sonidos que viven en la palabra (propio del surrealismo), sino más todavía, sensaciones que brotan de una vivencia, construida en hermosas metáforas que invitan sencillamente a sentir. ¡Un magnífico poema!”
A mis 89 años de edad, descubro: ¡soy poeta!

Torbellino del tiempo

La losa líquida remontó la tarde
de dorada transparencia.
Busqué el centro del mundo
y el ombligo infinito del cielo,
contra el viento las pisadas
mancillaron la arena.

- Publicidad -

No hay espacio ni suelo ni riesgo,
cruza el grito las nubes.
Nadie canta ni llora ni siente.
Las rocas en silencio soluble
definen el tiempo deshaciéndose
en arreboles de invierno.

Nadie llora ni siente ni canta
ni la fiera me arranca la piel.
Todo muere callando,
todo vive muriendo
todo vibra temblando
y el espejo se rompe en estrellas.

Cuando llueve
mi sol se estremece,
en la sombra se agitan los duendes,
las hojas buscan la tierra
y la tierra se incorpora
en cristales de ausencia.

Nada cambia ni muestra otra faz,
se detienen las horas perdidas,
se lamentan las risas de ayer,
un torrente invade el paisaje,
una calma se amasa en destierro.
Todo vuelve al origen del tiempo.
A.A.B.
Caracas, julio 2 de 2015

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -