Pocas expectativas tiene la defensa del abogado Marcelo Crovato, quien intentó suicidarse hace una semana en una celda de Yare III, de que se resuelva en los próximos días la petición de libertad condicional por razones humanitarias.
Tras el receso judicial decembrino los tribunales se reactivan luego del 6 de enero, y dado el tratamiento dilatorio que le han dado al caso las instituciones del Poder Judicial, su abogada, Sorelis Mendoza, guarda pocas expectativas de una decisión al amparo cautelar que interpuso el pasado viernes 26.
«Marcelo atentó contra su vida el 19 de diciembre, y el 22 nos declararon sin lugar el primer amparo en el que solicitamos libertad condicional; al día siguiente lo trasladaron al Palacio de Justicia para supuestamente realizarle la audiencia preliminar pospuesta desde junio, y aún en esas condiciones excepcionales el tribunal nos salió con que no había despacho ese día», declaró Mendoza a EL IMPULSO.
La condición grave del abogado miembro del Foro Penal Venezolano no es una afirmación de sus abogados, sino un hecho confirmado por los médicos forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que lo examinaron luego del intento de suicidio.
«El médico de ellos, no el nuestro sino de ellos, recomendó que se le diera libertad a Crovato para que pueda tratarse las patologías que presenta y sobre todo bajar la presión del cuadro psiquiátrico que padece. Dictaminaron que Marcelo corre riesgo vital dado que podría volver a intentar lo que no logró, en vista de los antecedentes de suicidio que hay en su familia», explicó la abogada.
Además, la intensa depresión se ha visto magnificada por la angustia que siente Crovato sobre la posibilidad de que el cáncer de piel que padece desde hace años genere metástasis, debido a la falta de atención a las nuevas lesiones que le han surgido durante su estadía en prisión. A ello se suma, indicó Mendoza, una patología en la columna vertebral debido a la cual corre el riesgo de quedar parapléjico de no realizarse una operación «urgente», según recomendación médica.
«El Ministerio Público se ha limitado a que todos los días lo esta visitando un fiscal con competencia en derechos fundamentales, pero ellos no son médicos», acotó la representante legal.
Acusador anónimo
Todas estas razones fueron alegadas en la solicitud de amparo que en dos oportunidades intentó la defensa, y el segundo recurso actualmente descansa en la Sala 3 de la Corte de Apelaciones de Caracas, la cual no está de guardia.
Así mismo, la única abogada juramentada en este caso argumentó la falta de pruebas que sustenten los cargos. La acusación se basa -explicó la abogada- en una declaración de patriotas cooperantes anónimos, que son identificados en el expediente como agente cooperante 1 y agente cooperante 2, según la cual Marcelo supuestamente estaba conspirando con los «guarimberos» del este de Caracas.
«No entiendo por qué le hicieron eso a él, ni por qué sigue allí. Parece que quisieran humillarlo, lo que le hacen no tiene otro nombre que tortura psicológica», manifestó Mendoza.