La crisis de papel prensa en Venezuela no está resuelta.
Trece diarios cerraron. El Universal y Panorama redujeron su paginación, recientemente, en vista de que se agota el inventario, como sucede en EL IMPULSO, El Nacional, El Carabobeño, entre otros.
Según el presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Tinedo Guía y la integrante del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV (Ininco), Luisa Torrealba, las trabas en la importación de papel prensa lesionan la libertad de expresión y el derecho a la información.
“Se estima que 30% de los periódicos venezolanos están afectados porque redujeron la paginación o dejaron de circular.
Un ciudadano desinformado no tiene herramientas para tomar decisiones”, advirtió Torrealba.
De acuerdo con Tinedo Guía, es evidente la “agresividad inusitada para censurar a los medios, sin considerar los derechos establecidos en la Constitución”.
Los especialistas coincidieron en que el cerco a los medios responde a intenciones para desplazar la crítica y pluralidad de voces sobre la acción o inacción del Estado.
La investigadora del Ininco, señala que los poderes públicos tratan de eliminar contenidos inherentes a su incompetencia.
“En muchos de los casos vemos cómo se cuestiona a los medios por la divulgacion de temas tan sensibles como la seguridad ciudadana la escasez de alimentos o medicinas y la contaminación del agua”.
Presión oficial
En 2012 el Gobierno excluyó el papel prensa de la lista de bienes prioritarios para la importación. Fue el primer indicio de restricciones contra el sector, según Torrealba.
“Desde entonces están obligados a emitir un certificado de no producción nacional, tratándose de una limitación indirecta a la libertad de expresión. Se les aplican presiones burocráticas y económicas que impiden a los medios circular de manera regular y reduce el espacio informativo”, recalcó.
Pero este año el Gobierno puso otra condición a los medios impresos. Descartó la aprobación de divisas al sector, a cambio, señaló que los trámites para la compra de bobinas de papel se harían a través del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, estatal afiliada al Ministerio para el Despacho de la Presidencia.
“El control estará en el monopolio del papel; lo venderán discrecionalmente a los medios que bajen la crítica o publiquen información favorecedora del oficialismo. Es inaceptable, una manera velada de censura nada democrática para un Gobierno que dice serlo”, planteó Guía.
Medios asfixiados
A juicio de Torrealba, el cerco a la información es ejecutado por el Gobierno mediante distintas vías. “Los medios audiovisuales con las amenazas del Directorio de Responsabilidad Social y la Comunicación Nacional de Telecomunicaciones. Los medios impresos con acciones judiciales (como pasó con El Nacional y Tal Cual tras denunciar acumulación de cadáveres en Caracas)”.
También evidenció el bloqueo económico que pone en riesgo 30.000 puestos de trabajo, en el caso de la prensa escrita a escala nacional.