Con la advertencia de no pretender soslayar atención sobre problemas que padecemos, entre los cuales resaltan la inflación más alta del mundo, desabastecimiento de productos básicos e inseguridad; tocamos propuesta de Asamblea Constituyente. Y la rechazamos por oportunista. Pero la ingobernabilidad provoca reacción de respaldo reflejada en las encuestas. Determinado sector de Oposición juega al oportunismo y la plantea de inmediato. Hace bosquejos –nada de fondo- para aprobación de nueva Carta Magna, que bien pueden ser conquistas con reforma o enmienda.
Nos colocan al borde del abismo político. El legatario Presidente reitera su apoyo, porque aspira constitucionalizar su Plan Patria del socialismo castrocomunista. Y lo más deplorable, confunden a la población electoral.
En posición diferente, desde hace una década surgió en Táchira un Movimiento Democrático Independiente, sin fines electoralistas, que presenta al debate un Proyecto País vía Constituyente, en “un proceso constitucional, popular, originario e inédito”. La propuesta está contenida en libro-programa, que sirve de guía de acción “para transformar las estructuras del Estado, adecuar positivamente la organización y funcionamiento de la sociedad, sus gobiernos e instituciones, en la ruta de construir una Venezuela mejor…con una ciudadanía basada en principios y valores que garanticen el desarrollo, equilibrio, libertad, democracia, justicia, equidad, modernización y prosperidad”. Así lo expresa en prólogo el coordinador general del “movimiento de movimientos”, Jorge Emiro Rangel Montiel.
Los fundamentos son analizados por otro de los promotores, Luis Farías en La Rebelión de las Regiones. Sus razonamientos los expone en el libro Crisis Venezolana, causas y soluciones estructurales.
Creemos propicia Constituyente para volver a los Estados Unidos. Constitución Federal para los Estados de Venezuela, se denominó nuestra primera Suprema Ley, aprobada por Congreso de 1811. La primera Asamblea Constituyente, celebrada en 1864 sancionó la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela, denominación que estuvo vigente 90 años en 17 Cartas Magnas, algunas con el federalismo en teoría. Fue en 1953, en la espuria Constituyente de 1953, cuando se oficializó el término República de Venezuela.
El pasado 19 de abril se reunieron en Caracas representantes de trece Estados, que contaron con espontanea visita del Secretario Ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática, Jesús Torrealba, con quien se programó formal encuentro para analizar la materia.
Fuimos invitados a esa reunión y expusimos posición divulgada en esta columna; es decir la inconveniencia de darle carácter oportunista a la Asamblea Constituyente. Sabemos de varios factores interesados en el propósito en su debida Oportunidad. Propusimos impulsar gestiones para unificar criterios.
Nos pronunciamos por deslastrar propuesta oportunista de la constituyente ya y estimular la Oportunidad.
Nota marginal: Silencio cómplice el manifestado con la declaración del Presidente de EEUU, de aplicar sanciones a Venezuela por la violación de derechos humanos.
