Cuatro asesinatos menos que el anterior se registraron durante este fin de semana, pero sin lugar a dudas fue más violento por un doble homicidio y la muerte de una menor de tan sólo siete años de edad, víctima de la venganza del ex novio de su hermana.
La niña falleció luego de que presuntamente Luis Alejandro Juares Linárez, de 19 años de edad, abusara sexualmente de ella, para finalmente acabar con su corta vida con un cuchillo. Familiares de la pequeña estuvieron conmocionados ante tan aberrante hecho que sucedió la madrugada del sábado en el sector Villa Nueva, de El Tocuyo, capital del municipio Morán.
Al parecer el joven había prometido venganza, después de que la hermana de la occisa, quien tiene 16 años, rompió relaciones sentimentales con él. Juares Linárez no lo aceptó y juró que “se las cobraría” con uno de sus familiares si se casaba.
Tras el hallazgo del cadáver de la niña, sus allegados habrían señalado al presunto asesino, por lo que efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Lara, enmarcados por el Plan Patria Segura, dieron con el paradero del sujeto, a quien detuvieron con algunas evidencias, dentro de su residencia donde además guardaba una fotografía de su exnovia.
Al cadáver de la niña le realizarían diversas pruebas para comprobar si sobre su cuerpo sin vida, quedaron restos de semen, el cual sería comparado con el del joven de 19 años, a fin de determinar si hubo violación o no.
Era hijo de un funcionario policial.
También durante estos días destacó la muerte de un menor de 15 años, quien se encontraba junto a Wilmer Steven Aponte Arango, de 20 años, hijo de un funcionario de la Policía del estado Lara, a quienes mataron en el barrio Bella Lucha de Barquisimeto, la madrugada del domingo.
Aponte Arango era hijo único. Su padre, el supervisor agregado, Wilmer Aponte, con 29 años de servicio, aseguró saber ahora por lo que pasaban muchas familias venezolanas, a pesar de la colaboración que le prestaban los uniformados.
“Se lo dejo a las leyes porque cada quien está sólo de paso por la vida”, comentó al momento en que dejaba correr una lágrima en su rostro. “Pido que a quienes privan de libertad, los pongan a trabajar para que se reinserten a la sociedad”.
Por otra parte, a las 10 de la noche del domingo, ultimaron a Alberto Castillo, de 35 años, quien vivía en la carrera 2 con calles 7 y 8 del barrio El Carmen de Barquisimeto. Al hombre le propinaron múltiples heridas por arma de fuego en diferentes partes del cuerpo cuando se encontraba cerca de su casa. De este suceso no se conocieron mayores detalles.