El estado Lara está de fiesta. Dos de sus más destacados creadores recibirán esta noche el título de Doctor Honoris Causa. Se trata de los maestros Ángel Hurtado y Ramón Chirinos. El primero, nacido en El Tocuyo y el segundo, hijo adoptivo de esta tierra.
Con motivo de este reconocimiento que confiere la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), recibimos a Hurtado y Chirinos en nuestra mesa de Redacción, acompañados por el profesor Francesco Leone, rector de esa casa de estudios; César Lobo, coordinador de la Dirección de Cultura de la UCLA; Bélgica Rodríguez, biógrafa de Ramón Chirinos, historiadora, investigadora y crítico de arte; Gabino Matos, docente, crítico de arte y analista plástico; Armando Villalón y Leida de Chirinos; quienes compartieron detalles sobre el homenaje con José Ángel Ocanto, jefe de Redacción; Juan Manuel Carmona y Carlos Eduardo Carmona, director y presidente de EL IMPULSO respectivamente.
Significativo
Este homenaje es un acto fundamental, será un Honoris Causa significativo por la calidad de los galardonados, el más importante que ha conferido la universidad en su último tiempo, aprobado unánimemente por el cuerpo universitario y que, sin duda, colmará el auditorio Ambrosio Oropeza. Nos sentimos honrados, dijo Leone, visiblemente emocionado.
Agregó que tanto la obra de Hurtado como la de Chirinos, son expresiones genuinas, distinguidas por su lenguaje y estilo único, por su mensaje, sencillez y sentimiento propio.
El profesor César Lobo indicó que es un honor honrar la trayectoria de estos maestros de la plástica local, nacional e internacional.
Armando Villalón, explicó que luego de un estudio que tomó cinco meses, en el cual se evaluó la trayectoria de diferentes artistas, se decidió por unanimidad, reconocer a Ángel Hurtado y Ramón Chirinos.
“Los larenses nos sentimos muy orgullosos. Estamos de fiesta por honrar a estos dos maestros, como artistas plásticos lo avalamos. Son hombres que le han aportado mucho a la cultura y a la plástica. La provincia se sigue imponiendo. Aquí se está considerando la constancia, la perseverancia y la dedicación”.
Un gran momento
La doctora Bélgica Rodríguez calificó esta iniciativa como un gran momento, un reconocimiento a ese arduo trajinar.
“Me emociona que se reconozca la meritocracia, cualidades que estos dos grandes hombres del arte atesoran. Se reconoce la obra, pero también, una vida de honestidad, dedicada a un trabajo serio, que ha vencido todos los obstáculos presentados en el camino, ejemplo para todas las generaciones. Estos artistas han defendido esa práctica que significa pintura-pintura, contra todas las modas, han sido coherentes en sus postulados conceptuales en defensa de la pintura-pintura”.
Rodríguez apuntó que estos dos creadores partieron de lo local para llegar a un lenguaje universal que se sostiene en la historia del arte nacional e internacional.
Precisó que la obra de Chirinos se acerca a lo poético, al mundo de la música y la literatura.
“Hombres que nacieron en la mera provincia, trascendieron. La pintura de Hurtado y Chirinos adquiere mayor fortaleza, por su densidad, desde el punto de vista pictórico, además de los planteamientos conceptuales. Es una pintura tan local y al mismo tiempo, universal”.
Valentía y autenticidad
Desde el punto de vista pictórico, explicó Gabino Matos, en ambos artistas se observa un ejercicio de textura recreada, reinventada no sólo para crear esos tepuyes de Hurtado, más simbólicos que reales o esa naturaleza de Chirinos que luce fragmentada y eclipsada.
“Otros elementos constante: se trata de gente que no se cansa de ser pintor. Es un trabajo eminentemente pictórico, deja de lado todas las tendencias, estilos y formas, porque han trabajado permanentemente para dejar un aporte”.
Señaló que la lección de Hurtado y Chirinos es que el arte pictórico sea asumido con valentía, con decisión, porque vivir del arte en este país requiere una buena dosis de valentía y autenticidad, tal y como ellos lo han representado.
“Comparto que han hecho una pintura que desde lo local ha llegado a ser nacional y universal. Conciben una pintura que se corresponde con lo que se ve, piensa y siente. Aplaudo que la UCLA reconozca sus valores locales, dedicados a la autenticidad, a la venezolanidad. Estos personajes pasarán, pero su obra quedará”.
Un artista honesto
Ángel Hurtado, Premio Nacional de Pintura (1961), se mostró emocionado.
“Me alegra estar en Barquisimeto, estoy muy agradecido, es la segunda condecoración que recibo de la UCLA. Me siento muy feliz porque es un reconocimiento a mi trabajo, de mi tierra natal. Es una gran satisfacción”.
Hurtado comentó que siempre le dice a los jóvenes, que la pintura, como todos los oficios, tiene que aprenderse. Se debe dominar el oficio para poder expresarse.
“Un fenómeno muy curioso, es que ahora todo el mundo es pintor. Agarran un pincel y creen que ya son pintores. La mayoría de los jóvenes no estudian la pintura y resulta que es una de las artes más difíciles que hay. Tengo 70 años y cada vez se me hace más difícil pintar, esto pasa porque uno se exige mucho. Para que la pintura perdure hay que ser constante. Hay que estudiar porque los primeros 80 años son los más difíciles”, bromeó.
Hurtado reconoció que pinta todos los días.
“Cada vez que tengo deseos de pintar lo hago, siempre tengo necesidad de hacerlo”.
Aseguró que así como las artes plásticas, el cine y la fotografía lo colman en su totalidad.
“Filmo lo que no puedo pintar y pinto lo que no puedo filmar. Es la persecución de la imagen lo que me interesa, sea en forma de dibujo, pintura, cine o video. Me quedo con las dos, para mí, es una sola”.
Contó que se radicó en Margarita porque estuvo 36 años fuera del país y durante ese tiempo olvidó que existían las estrellas.
“Cuando llegué y vi las estrellas, fue un redescubrimiento, nunca había ido a la zona de los tepuyes, fue un choque tremendo. Fue un reencuentro con la naturaleza”.
-¿Por qué ese reencuentro no ocurrió en Lara?
-Porque Lara no tiene mar. Soy fanático del mar. Lara es mi tierra natal, me siento orgulloso de ser larense porque Lara ha parido mucha gente interesante y mi propio pueblo ha dado cantidad de personajes maravillosos.
-¿Ha cambiado su concepto del arte?
-Hay cambios todos los días. Yo empecé sin saber nada de la pintura. Luego tuve dos maestros, José María Giménez y Octavio Alvarado. A ellos les debo muchísimo. Con Rafael Monasterios aprendí mucho sobre el dibujo. Ellos me enseñaron el oficio. Soy de los que piensa que se debe aprender el oficio, no se puede improvisar en la pintura.
-¿Su mayor satisfacción?
-No podría vivir sin pintar. Para mí la creación es esencial. A esta edad mucha gente cuelga los pinceles pero yo sigo, porque hacer lo que nos gusta es el secreto de la longevidad.
-¿Que distingue una buena pintura?
-Para mí sí hay elementos que distinguen una buena obra porque la pintura es sumamente compleja. Hay pintores que dominan el oficio pero su obra no dice nada. Hay otros que apenas lo dominan y dicen mucho. Tiene que haber un equilibrio.
-¿Cómo desea ser recordado?
-Como un artista honesto, que hizo siempre lo que quiso hacer, con seriedad, sin buscar glorias, ni seguir la moda. Como un pintor que pinta lo que siente con toda la sinceridad y todo el criterio aprendido en el mundo.
Todo tiene un color en la vida
Ramón Chirinos, con 50 años dedicado al oficio, describió el galardón como una experiencia nueva.
“Es un reconocimiento que me llena de orgullo. Siempre he trabajado en función de la obra. Este título me enorgullece, lo llevaré en mi corazón y lo defenderé en cualquier terreno”.
En una entrevista previa, en su taller, nos dijo que su mayor ganancia ha sido la experiencia.
“Sé que he servido de algo y mi experiencia nutre a otro ser humano. Siempre he tenido un espíritu hacia la enseñanza, ojalá pudiera tener tiempo para enseñar a muchos niños a pintar y yo poder aprender de ellos”.
-En retrospectiva, ¿cómo evalúa su trayectoria?
-Comencé a retroceder el tiempo y evalué que sí se hizo el trabajo, a veces uno no lo ve. Este reconocimiento me compromete a seguir trabajando. A medida que uno avanza, cubre espacios, conquista salas de arte, personas. El trabajo se va expandiendo, así como el nombre de uno comienza a traspasar fronteras, no lo hago con el fin de competir con nadie, se trata de una competencia interna, hoy lo hice, pero mañana lo puedo hacer mejor.
-¿Pinta todos los días?
-No, soy una persona común y corriente, con los problemas del día a día pero mi mente siempre está dentro de una maraña de ideas. La naturaleza juega un papel muy importante en la transformación de las cosas y en todo lo que me rodea. Me siento a pintar cuando tengo una idea clara, es una ansiedad interna y una vez que pinto me siento satisfecho.
-¿Puede innovar sin perder la esencia?
-Uno como artista no tiene prejuicios. Uno quiere tener una obra única, pero ¿cuál es esa obra? no se sabe porque cada persona tiene una obra única en su imaginación. Quiero que mi obra sea lo más original posible. En mi mente no hay límites. Lo pintaría todo, la vida, la muerte, el amor; todo tiene un color en la vida, podemos hacerle un color a las adversidades, todo tiene un por qué. Los artistas somos seres libres, cuando queremos pintar, pintamos. Yo pintaría todo.
-¿Que lo inspira?
-Siempre me ha inspirado la naturaleza. Considero que cada día la naturaleza nos brinda cosas extrañas, está tan llena de sorpresas que cualquier cosas llama mi atención. Hay cosas extraordinarias, ríos anchos y temblores. La naturaleza nos da algo todos los días, formas diversas de verla. Nos da tristeza, alegrías, en ella me inspiro porque me sorprende. Somos fruto de la naturaleza.
-¿Los colores de Lara?
-Lara es un sitio muy especial. Tiene una luz que no la he visto en otra parte, es su clima diverso, su topografía, su vegetación. Las cumbres de Humocaro Alto, donde nació Trino Orozco; Siquisique, tierra xerófila, tierra de Edgar Sánchez. El Tocuyo, del tamunangue, de Che María Giménez y Ángel Hurtado. Carora, la de los creadores como Chío Zubillaga, Rodrigo Riera y Alirio Díaz. De esta luz habló Rafael Monasterios, única en el mundo, fuera de contexto.
Los protagonistas
Ángel Hurtado, nació en El Tocuyo, el 27 de octubre de 1927. Uno de los grandes valores de la plástica nacional.
Invaluables son sus creaciones pictóricas, mediante diversas técnicas que comprueban la evolución de su obra, que pasa del abstraccionismo geométrico rítmico, al abstraccionismo orgánico, luego se vuelve expresionista.
En su dilatada carrera a lo largo de varias décadas ha destacado como profesional disciplinado, con una visión muy particular de la naturaleza y la vida, cualidades que le hacen merecedor de múltiples reconocimientos.
Paralelamente, ha dedicado parte de su talento a la realización de películas y materiales audiovisuales, dentro de los cuales destacan varios documentales sobre artistas plásticos venezolanos.
Ramón Chirinos, nace el 26 de Julio de 1950, en el municipio Federación del estado Falcón.
Muy pequeño llegó a Barquisimeto.
Gran artista venezolano, situado en un alto nivel de la pintura figurativa latinoamericana, merecedor de esta distinción por su vasta trayectoria, cercana a los 50 años, dedicados a la pintura.
Ha demostrado un indiscutible dominio de las artes plásticas, que le han hecho merecedor de reconocimientos en Venezuela y el exterior.
En sus lienzos se hace evidente una extraordinaria evolución artística, caracterizado por una temática pictórica paisajística u escenas costumbristas, luego, por un trabajo ecológico, cuyo mensaje alerta sobre la contaminación.
