Una acumuladora compulsiva ha comprometido la salubridad de la Manzana 22C de la urbanización El Trigal.
A unos 30 metros de la vivienda de Iraima Mora, ya la pestilencia es insoportable.
Los vecinos de la localidad denunciaron a EL IMPULSO, las condiciones no sanas en las que vive esta dama de avanzada edad que según reporte médico padece del síndrome de Diógenes, que es un trastorno del comportamiento que afecta a personas de avanzada edad que viven solas, y se caracteriza por el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio hogar y la acumulación de grandes cantidades de desechos y desperdicios domésticos.
Hay 100 gatos y dos perros
Aunque EL IMPULSO no pudo corroborar la cantidad de animales dentro de la reducida vivienda de la señora en referencia, sí se pudo evidenciar una buena cantidad de gatos que se esconden entre la montaña de desperdicios en la sala y cocina.
La puerta de la entrada principal no tiene cerradura, por lo que los animales entran y salen del inmueble. Un televisor siempre permanece encendido en el centro del gran basurero y un colchón reposa en el fondo en donde pasa las noches la dama en cuestión en compañía de los felinos.
Heces de animales y algunos cadáveres se observan en medio de los desechos, y algunos recipientes contienen presumiblemente heces humanas. En una habitación cerrada, también entre un desastre descomunal de desperdicios, sobreviven dos perros de muy mal humor.
De las ventanas se desprende un líquido amarillento y otro tanto de color marrón, que se almacena en una bola de pelos enredada entre las rejas. El frente de la vivienda da cuenta del abandono en el cual está sepultada Mora, quien arroja desperdicios de comida que encuentra en la calle para saciar la hambruna de los animales a punto de inanición.
Alicia Marcano, vecina de la vereda, acompañada de una docena de propietarios, expresó su pesar agregando que la dama tiene 10 años sin servicio de agua.
Indicó que no soportan la inmundicia y que los niños se enferman por la contaminación en el lugar. “Hemos enviado oficios a la Defensoría del Pueblo, Fiscalía de Ambiente, Ambulatorio de Cabudare, Dirección Regional de Salud, Fiscalía Superior y por último a Prefectura de Palavecino, sin ninguna respuesta”, acotó.
Señaló que la Fundación Apégate intentó mediar en la grave situación pero Mora se negó.
Asimismo, Sindicatura Municipal citó a la señora Mora y dio dos meses para que ejecutara limpieza y bote de los escombros y desechos, pero no acató.
