El segundo semestre del 2014 pudiera convertirse en el registro histórico de un inevitable severo recrudecimiento de la inflación, de la escasez y de la inseguridad, advierte Consecomercio, señalando que la única manera de evitar que esta situación siga manteniéndose y fortaleciéndose, es acordando un consensuado cambio urgente en el rumbo económico del país.
Es una convicción afianzada en la opinión del liderazgo sectorial nacional, “por asociación” con los problemas con los que debió operar el comercio durante los tres primeros meses del año enfrentados a la inflación, la inseguridad, los bajos inventarios, los controles de precios y de cambio. Pero, además, la falta de divisas y de proveedores, la violación al derecho de propiedad, las fallas en el servicio eléctrico, la baja demanda de bienes y servicios, la presión tributaria, la inamovilidad laboral y las fiscalizaciones.
Como ejemplos verificables señalan la comercialización de automóviles, el servicio aduanero-portuario y el transporte de mercancías; la venta de boletos aéreos, servicios hoteleros y de alimentación sectorial; el comercio de equipos médicos, medicinas y servicios de salud; la venta de equipos de telefonía, computadores y prestación de servicios de mantenimiento; electrodomésticos y prestación de servicios de mantenimiento.
Apuntan que cada una de estas actividades está adicionalmente afectada por el control de cambio, el control de precios y la inseguridad, hoy por hoy, convertidas estas realidades en un activador de costos operativos para cualquier negocio, pero, además, en la negación adicional para el emprendimiento y las nuevas inversiones en el país, estando las soluciones en manos del Ejecutivo.
