La mayoría de las personas buscan formas de superar sus dilemas, fruto de los conflictos de las relaciones con otros y en la niñez. En algunos casos, las historias de cada individuo incluyen adicciones a las cuales han recurrido para tratar de lidiar con la codependencia, una enfermedad que deteriora el alma y llega a afectar la vida personal, familiar, de pareja, relaciones laborales, profesionales y hasta su salud.
Para ayudar a las personas a superar la codependencia, existe en todo el mundo el programa de recuperación de codependientes anónimos, una comunidad de hombres y mujeres cuyo propósito en común es desarrollar relaciones sanas. El único requerimiento para ser miembro es el deseo de forjar mejores y satisfactorios vínculos con los demás.
El grupo es completamente abierto y gratuito, se ubica en diferentes puntos de Barquisimeto, donde se desarrollan actividades en diversos sectores, todos bajo los mismos principios de los doce pasos, doce tradiciones como fuentes de conocimiento y sabiduría.
Se trata de un proceso de renovación para la sanación, donde los miembros logran aceptarse y llegar a la serenidad en sus vidas, superando todos aquellos obstáculos que anteriormente no les permitían vivir en paz con su propio ser.
Cada sábado, en los kioskos 5 y 6 del Parque del Este José María Ochoa Pile, uno de estos grupos de codependientes anónimos se reúne, escucha las experiencias de todos los participantes y se ayudan mutuamente para superar estos conflictos internos.
“Todos hemos aprendido a sobrevivir en la vida, pero en CoDa estamos aprendiendo como vivir la vida”, señala una de sus lecturas habituales en las reuniones.
Antonio, Marcela, Aracelis y Soledad, son parte de este grupo, cada uno con sus propias vivencias y experiencias que los llevaron a unirse a codependientes anónimos y a través de él han logrado llevar una vida plena, superando aquellos conflictos del pasado, que sin saberlo, estaban afectando su presente y su futuro. Ellos dieron a conocer los patrones de la codependencia que les permitieron descubrir lo que les estaba ocurriendo y por ende perjudicaba sus relaciones personales, con sus parejas, esposas, hijos y amigos.
Patrones
Los codependientes encuentran dificultad en identificar sus sentimientos, minimizan, distorsionan o niegan sus vivencias, se perciben a sí mismos como absolutamente desinteresados, dedicados al bienestar ajeno. Además, encuentran dificultad para tomar decisiones, juzgan sus pensamientos, palabras y acciones con gran dureza, como si nunca fuesen lo suficientemente buenos, dejan a un lado sus intereses y aficiones personales por hacer lo que otros desean.
Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra la afecte y que está obsesionada con controlar la conducta de otra persona.
“Son síntomas crónicos persistentes que los médicos no pueden curar. Se desarrollan por la tensión de evitar el dolor, de asumir la realidad y de no aprender a experimentar y expresar nuestros sentimientos”, comentaron en una sesión especial del grupo.
La recuperación de la codependencia es liberadora afirman quienes luego de varios meses han logrado ver los resultados de poder finalmente aliviar su dolor interior.
“A través de estos grupos podemos ver quienes somos y mostrarnos a los demás. Cada persona es responsable de sí misma y en esa premisa se basa nuestra recuperación”.
Para ser miembro de CoDa no se necesita la cancelación de honorarios, cuotas o inscripciones, no importa religión, partido político, organización o institución alguna, el objetivo principal es liberar a las personas de la codependencia y ayudar a otros a alcanzar una nueva forma de vida.
