A principios del mes de diciembre del 2013, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) presentó un oficio público en el cual emitieron sus apreciaciones sobre los libros de Ciencias Naturales de la Colección Bicentenario. En el mismo, precisaron algunas recomendaciones sobre algunos aspectos metodológicos que no confluyen con el abordaje del hecho científico.
Aunque la Academia reconoce los esfuerzos realizados por el Gobierno, manifestó su preocupación por la propuesta curricular que sirve como base para los textos, la cual sostiene un modelo de Currículo Nacional Bolivariano que fue presentado en el año 2007. Sin embargo, explican, esta propuesta no ha sido aprobada formalmente por el Ejecutivo Nacional. Consideran que el currículo vigente es el aprobado en 1997, durante la gestión del ministro Luis Cárdenas.
Partiendo de esta situación, los especialistas detallan ciertos errores en la conceptualización de las Ciencias Naturales, el cual califican de deficiente por fundamentos inespecíficos y sin un objetivo claro. También subrayan que la metodología no estimula la creatividad y la innovación de los estudiantes.
“Digamos que la ciencia es una estructura muy formal, donde los conceptos tienen un significado muy preciso. Nosotros no encontramos una progresión apropiada, un escalamiento de los contenidos desde las etapas más tempranas. No se presentan los temas desde una forma sencilla hasta lo complejo, esto genera dificultades en la comprensión”, señaló Jorge Mostany, miembro del equipo de investigación de la Acfiman y profesor del departamento de Química de la Universidad Simón Bolívar.
Por tanto, el catedrático resaltó que existen contenidos inapropiados para el nivel de instrucción al cual va dirigido, “inclusive en un texto de cuarto grado se refleja la tabla periódica, elemento de suma complejidad para los infantes cursantes, inclusive encontré elementos que desconozco y eso que soy químico”.
Subrayó que los textos muestran algunos errores de ortografía y sintaxis, con preguntas mal formuladas, ejemplos inapropiados y conceptos mal definidos. Al igual que los desdobles de palabras como alumnos y alumnas.
“Existe un pronunciamiento de la Real Academia Española sobre el asunto de los géneros. Por ejemplo, de los y las: los muchachos y las muchachas, entre otros; en ese manifiesto se destaca las dificultades de la redacción por la utilización de estos términos. También, hemos notado que en los textos hablan de energía nuclear y sólo referencia las bombas de Hiroshima y Nagasaki, cuando existen beneficios producto de esta tecnología”.
Por otra parte, Mostany criticó la baja calidad de las ilustraciones de los textos, cuya utilización la consideran los investigadores como excesiva y deficiente.
“El nivel de la impresión es defectuoso. El Estado debe considerar que el niño tiene un estándar visual avanzado, el cual ha evolucionado por las herramientas tecnológicas y juegos de video. Realmente los textos no buscan la curiosidad del alumno, ya que no cuentan con un margen equitativo entre los métodos iconográficos y los elementos textuales”.
Pedro Certad, docente de la Universidad Metropolitana y cursante del doctorado en Educación de la Universidad Central de Venezuela, relató que como en todas las áreas de conocimiento, en Ciencias Naturales también existen elementos ideológicos que animan la gestión del Estado.
“Los libros tienen un contenido ideológico evidente, ya que responden a un plan ejecutado por el Estado. En Ciencias Naturales se pueden apreciar ejemplos que están orientados al consumo en mercados populares como Mercal y Pdval. A su vez, existe otro ejemplo del texto donde una familia come en un restaurante y a uno de sus miembros le cae mal la comida. Entonces ellos llaman a las autoridades fiscalizadoras quienes se encargan de multar al dueño del local. Luego de esta situación, le preguntan a los niños ¿qué les parece la buena gestión del organismo fiscalizador?”
Al consultarle al profesor sobre las denuncias de algunos padres que manifiestan su preocupación sobre la orientación sexual que brindan los textos, respondió que “los contenidos están especificados de acuerdo a lo estipulado en el programa de salud. Sin embargo, hemos apreciado que existen imágenes un poco mal utilizadas en las portátiles Canaimas más que en los libros.
Precisó que existe un grave problema en el país de acuerdo a la investigación, iniciando con el punto la indagación profunda de contenidos no es incentivada en los textos, y terminando con que no existe un respaldo del Estado en la actualización científica de la nación.
“Claro que se ha perdido. Más allá de los textos, empezando que en nuestro país no hay un verdadero respaldo a la investigación científica. Nuestro instituto más grande es el IVIC y no cuenta con recursos para gestionar nuevos programas. Además tenemos un reactor que está paralizado y muchos instrumentos que no se han utilizado. El problema es que desde la etapa escolar, nos estamos quedando solamente con la indagación conceptual del alumno y dejamos atrás la científica, tanto que estamos en desventaja con otros países del continente”.
