Cardenales volvió a quedarse corto en su intento de acceder a la postemporada por quinta vez en las últimas seis temporadas de la LVBP. El conjunto crepuscular quedó fuera tras caer en una jornada extra frente a Tiburones de La Guaira, pero la realidad es que no fue ese compromiso el que sacó a los pájaros rojos de la clasificación.
La debacle inició en el último mes de la temporada, cuando el equipo cayó en una racha adversa que nubló el panorama en la recta final.
De hecho, Cardenales perdió siete juegos consecutivos, luego de presentar registro nivelado de 26-26 y ocupar el cuarto puesto de la clasificación, con ventaja de tres juegos sobre el quinto peldaño.
Luego de presentar rotación sólida y una ofensiva productiva durante todo el mes de octubre, mezcla que permitió recuperarse de uno de los peores arranques de la historia de la franquicia, la novena larense entró en una especie de letargo y el mánager Félix Fermín no encontró la fórmula para devolver al equipo a la senda de la victoria.
Durante la cadena de siete derrotas en la recta final del calendario la ofensiva entró en un slump colectivo. Los batazos no llegaron y el pitcheo, cansado, tampoco pudo responder.
Los paleadores importados, salvo el aporte del brasileño Paulo Orlando, no lograron producir. Al principio de la campaña, Joe Thurston estuvo apagado, mientras el estadounidense Brian Hernández fue inconsistente.
Para la segunda parte llegaron Juan Carlos Linares y Delwyn Young, ambos totalmente improductivos cuando Cardenales más los necesitó.
Otro que tuvo un buen arranque, pero mermó su desempeño al final fue el infielder César Izturis, quien en algún punto de la temporada se perfilaba como un fuerte candidato al Regreso del Año.
Tras recibir un pelotazo en la boca que lo mantuvo fuera de acción por dos semanas no fue el mismo.
Fermín no pudo cumplir la encomienda de la gerencia y el objetivo principal planteado por la organización no se logró. El quisqueyano gozó de toda la confianza y respaldo del alto mando de la divisa pero quedó en deuda.
Uno de los equipos de la Liga Paralela de Cardenales se tituló campeón, sin embargo, ninguno de los protagonistas recibió el chance de jugar de forma regular con el equipo grande, a pesar de la falta de profundidad en las semanas finales.
Lo positivo
Es difícil rescatar cosas positivas de un equipo que terminó fuera de la clasificación, con registro negativo de 29-35 y a más de 10 juegos del primer lugar.
Pero si hubo aciertos importantes, como la llegada de nuevas caras que respondieron con creces. Carlos Rivero y César Hernández hicieron olvidar rápidamente la partida del slugger Luis Jiménez.
Rivero lideró el circuito en cuadrangulares y carreras producidas, mientras Hernández aportó versatilidad para jugar en cualquier posición, además de velocidad y contacto en el tope de la alineación.
Maikol González fue otro de los hallazgos interesantes para la organización, al culminar entre los líderes de la campaña en el departamento de bases estafadas.
Apuntes
-El infieder Martín Prado no jugará con Tigres de Aragua en el round robin, luego que la gerencia del conjunto felino no lograse el permiso por parte de los Marlins de Miami, su organización en Grandes Ligas.
-El presidente de la divisa, Carlos Guillén, aseguró que “las negociaciones se cayeron”, por lo que el equipo afronta la postemporada sin el grandeliga maracayero.
-El relevista de Navegantes del Magallanes, Deolis Guerra, se perderá la primera semana del todos contra todos al presentar problemas físicos.
-Gabriel Noriega fue colocado como tercera base y octavo bate de Águilas del Zulia en el primer juego del round robin en Maracay
