Sin ningún tipo de preparación, información completa o previa consulta, el 19 de marzo salió en gaceta oficial una nueva normativa con relación a la prescripción de medicamentos y la forma de elaboración de los récipes, la cual fue derogada por la ministra Isabel Iturria esta semana.
Entre los reclamos que surgieron de inmediato fue que sólo los fármacos publicados en gaceta -casi dos semanas después de la primera normativa- se podrían comprar sin receta médica en las droguerías, farmacias o expendios de medicinas.
Debido al gran revuelo causado en los gremios médicos, farmacéuticos y colectividad en general, en vista del gran número de interrogantes sin responder, la ex-Ministra de Salud, Eugenia Sader, dijo que publicarían una nueva lista de medicamentos exentos de récipe médico, entre los cuales se encontraban las pastillas anticonceptivas.
Reclamos de los directivos de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Federación Médica Venezolana (FMV) y de la gran mayoría de los hospitales de Venezuela surtieron efecto.
Los farmaceutas mencionaron que el estilo impuesto tenía beneficios, sin embargo, la falta de información previa a la población hacía que la implementación de las nuevas normativas se hicieran cuesta arriba.
“No es el momento, primero tenemos una gran crisis en cuanto al abastecimiento de medicamentos e importación de materia prima para la elaboración de los mismos. ¿Cómo podemos decirle al paciente que debe recorrer un mínimo de 5 farmacias, que ahora además debe verificar que la receta médica esté bien elaborada?”, dijo Freddy Ceballos, presidente de Fefarven, días después de conocer la medida, que consideró totalmente improvisada, porque en menos de un mes se le hicieron tres modificaciones a la gaceta inicial.
Por su parte, Ruy Medina, director del Hospital Central Antonio María Pineda, recordó que ningún centro de salud público cuenta con presupuesto para la elaboración de papelería, por lo tanto, el Ministerio de Salud debía proporcionar los nuevos récipes a todos los hospitales, ambulatorios, centros de diagnóstico integral (CDI), centros de alta tecnología (CAT), servicios de rehabilitación integral (SRI) y consultorios populares del país.
Sobre este punto, Eugenia Sader fue abordada durante la graduación de la segunda cohorte de médicos integrales comunitarios (MIC) en el estado Lara.
“Ya mandé a hacer todos los récipes”, dijo en forma tajante.
Ahora bien, la medida debía comenzar a aplicarse el pasado viernes 10 de mayo, sin embargo, a ningún centro de salud público llegaron los anhelados récipes, como tampoco funcionarios del ministerio capacitados para ofrecer charlas y respoder las interrogantes de médicos, enfermeras, farmaceutas, odontólogos y médicos veterinarios, quienes tienen relación directa con la elaboración de récipes o supervisión de los mismos.
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