Cadivi dejó salir divisas sin justificación

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Si el Gobierno nacional no ataca vicios como la indisciplina fiscal en lo interno (gasto dispendioso) y el gasto externo que de manera directa genera la entrega de dólares a otros países -y de manera indirecta la venta de petróleo barato-, las medidas parciales para evitar la “fuga de divisas”, y tratar de equilibrar la balanza de pagos, no resolverán de ninguna forma el problema coyuntural de la economía venezolana.

Así lo expresa el economista y asesor financiero Orlando Cabrera, quien considera que para lograr una reducción en lo que verdaderamente impacta en la economía, el Gobierno debería trabajar en función de la disminución de los gastos innecesarios para el país.

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“Lograr que los 80 mil o 100 mil millones dólares que produce el petróleo anualmente ingresen al tesoro nacional, y se sometan a lo establecido en la Ley de Presupuesto y a los controles naturales de los poderes públicos, sería una medida más saludable para la administración fiscal de la Nación”, explicó.

Cabrera estima necesario que este proceder se sume a un verdadero otorgamiento de libertad al Banco Central de Venezuela para el manejo de la política monetaria, sin emitir dinero sin ningún respaldo en la producción de bienes y servicios («inorgánico») que al final genera más inflación.

– Si se trata de disminuir la salida de divisas a través de lo que se conoce como «cadivismo» ¿Pueden estas medidas dar resultado?

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– No, no lo creo. Cadivi ha dejado salir divisas sin justificación vía «sobreprecios o importaciones falsas» de empresas de maletín, como lo ha dicho por el propio Gobierno y el Banco Central de Venezuela, que calcularon una fuga de entre 25.000 y 30.000 millones de dólares por esta vía.

– ¿Se demuestra la ineficiencia de los controles a la política cambiaria con mayores controles?

– Recadi en el pasado y Cadivi en el presente, como elementos institucionales de control de cambio, son una limitación a la libertad de la sociedad para interaccionar entre si. Esa es la cultura de la forma de gobierno del «socialismo». Con ello estoy diciendo que desde 1958 hasta la fecha hemos tenido gobiernos socialistas (desde blancos rosaditos, pasando por verdes rojizos, hasta rojo rojitos), que promueven la hegemonía del Estado (y más del Gobierno) sobre la sociedad. Los «liberales» (llamados capitalistas por Carlos Marx), promueven lo contrario: hegemonía de la sociedad sobre el Estado en una condición de sociedad de mercado en libertad, que promueve igualdad de oportunidades para todos y respeto a la Constitución y las leyes. Por tanto, más controles no resuelven la situación sino que la empeoran porque tienen más posibilidades de corrupción. Siempre alguien de la sociedad se pondrá de acuerdo con alguna autoridad discrecional, para buscar una salida a lo que hoy llaman «negocios». Los bienes tienen un valor, el dólar también. Si obligamos a mantenerlo muy bajo, con una mano invisible que controla su venta, siempre habrá alguna manera de violentar la norma y generar un beneficio para pocos en perjuicio de muchos.

– ¿Puede mantenerse en el tiempo el esquema cambiario de bandas presentado por Rafael Ramírez?

– No percibo realmente un esquema cambiario de bandas, es una devaluación más. Primero se pasó de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar. Ahora tenemos el 6,30 para muy pocos renglones (ítems) fundamentalmente, alimentos de dieta básica (no todos los alimentos) y medicinas. El resto irá a la tasa del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) que, como sabemos, ha estado expresando la verdadera paridad del bolívar con el dólar, es decir, entre 11 y 12 bolívares por dólar ¿Qué significa eso? Que tendremos seguramente un 85% de importaciones a Bs. 12 y 15% a Bs. 6,30 (por decir una cifra generalizada). Además la tasa de cambio Sicad no es estática, la moverá el Gobierno según le convenga.

– ¿Estas medidas qué pueden hacer frente al avance de la inflación?

– No. La inflación se reduce en general de tres maneras: a) con disciplina fiscal, b) equilibrando la masa monetaria (dinero circulante) y c) con la producción de bienes y servicios, además de liberar gradualmente la tasa de cambio hasta llegar a un cambio libre ¿Cómo hacerlo gradualmente? Estableciendo por un tiempo prudencial (uno a dos años) tres tasas de cambio: a) Bs. 6,30 exclusivamente para alimentos de la dieta básica y (seleccionados con rigurosidad y solo por un año) y medicinas; b) una tasa de Bs. 12 para el resto de la economía (renglones y artículos necesario y no lujosos); y c) una tasa de cambio libre en el mercado, derogando la Ley de Ilícitos cambiarios, para aquellas personas que desean consumir productos de lujo o suntuarios, pero finalmente dejar que la tasa se ajuste sola con libertad en el mercado.

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