Buena Nueva – ¿RESURRECCION O RE-ENCARNACION?

-

- Publicidad -

Hablar de la muerte y de lo que viene después no es un tema que guste mucho.  No se quiere hablar de lo que nos espera a cada uno de los seres humanos al finalizar nuestro paso por esta vida terrena.  Cuestión insólita, si consideramos, como dice el dicho popular, que lo más seguro que tenemos es la muerte… Y más importante que la misma muerte es lo que viene después de la muerte.
¿Cómo, entonces, no hablar de esto, sobre todo con motivo de la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María que se celebra el 15 de agosto? ¿Qué relación hay entre las “realidades últimas” y la Asunción de la Virgen al Cielo?  Sabemos por Dogma de Fe (de obligatoria creencia para todo católico) que María, “terminado el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial” (de la Bula que declara el Dogma de la Asunción el 1-11-1950).
María, un ser humano como nosotros, salvo por el hecho de haber sido preservada del pecado original, está en la gloria del Cielo, en cuerpo y alma.  Esta “realidad última” de María Santísima es preludio de nuestra propia “realidad última”.  El Cielo y la gloria en cuerpo y alma es el fin último de cada uno de nosotros los seres humanos.  Para eso hemos sido creados por Dios.  Cada uno es libre de optar por esa felicidad total y eterna en el Cielo, en gloria … o de rechazarla, rechazando a Dios.
Por ley natural, los cuerpos de los seres humanos se descomponen después de la muerte o son convertidos en cenizas, como es usual ahora.  Pero en el último día volverá a unirse cada cuerpo con su propia alma.  En eso consiste la resurrección.  Y todos resucitaremos:  los que han obrado mal y los que han obrado bien, los cremados y los enterrados enteros.  Será la “resurrección de los muertos (o de la carne)”, que rezamos en el Credo.  “Unos saldrán para una resurrección de vida y otros resucitarán para la condenación” (Jn. 5, 29).
¿Y cómo serán nuestros futuros cuerpos? Nuestros cuerpos resucitados serán nuestros mismos cuerpos, los mismos que tenemos aquí en la tierra (nada de estar brincando de cuerpo en cuerpo, como sostiene la re-encarnación).  Pero nuestros mismos cuerpos estarán en un nuevo estado:  ¡serán cuerpos gloriosos!   Como el de Jesucristo, como el de la Virgen.  Primero que todo, serán  inmortales; además, sin ningún defecto, ya no se corromperán, ni se enfermarán, ni envejecerán, ni se dañarán, ni sufrirán nunca más.
¿Cómo será el cuerpo glorioso de la Santísima Virgen María?  Los videntes que dicen haber visto a la Virgen -y la ven en cuerpo glorioso, como es Ella después de haber sido elevada al Cielo- se quedan en éxtasis, y no pueden describir ni lo que sienten, ni la belleza y la maravilla que ven.
Ante la promesa del Señor de nuestra futura inmortalidad al ser resucitados con Él, y ante la maravilla de lo que serán nuestros cuerpos resucitados ¿cómo hay gente hoy que pueda ocurrírsele que re-encarnar -si es que esto fuera posible- va a ser mejor que resucitar?  Pero ¿es que no saben que eso significa brincar a otro cuerpo terrenal, decadente, que ¡para colmo! no es el de uno, y que además volverá a morir? ¿Cómo puede ser ese mito más atrayente que resucitar en cuerpo glorioso como el de la Virgen?
La Santísima Virgen María no tuvo que esperar el fin del mundo para poder estar en cuerpo y alma gloriosa en el Cielo.  Nosotros sí tenemos que esperar el final.  Pero tenemos la seguridad de nuestra futura inmortalidad, de nuestra futura resurrección en cuerpo y alma gloriosos.  Si optamos por Dios, amándolo sobre toda otra cosa, persona o consideración, si buscamos hacer su Voluntad en todo … resucitaremos como Cristo y estaremos en el Cielo, en gloria … como Él y su Madre, la Santísima Virgen María.
http://www.homilia.org

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -