La selección brasileña de fútbol Brasil avanzó a la final de la Copa Confederaciones al derrotar 2-1 a Uruguay en los minutos finales de un sufrido clásico con sabor a revancha histórica.
Uruguay salió a la ofensiva, y a los 13 minutos de juego el delantero Diego Forlán desperdició un penal que podría haber cambiado el tono del partido.
El estadio Mineirão de Belo Horizonte estalló en una ovación a los 41 minutos, cuando el delantero Neymar, recién fichado por el Barcelona, obligó a adelantarse al golero uruguayo Fernando Muslera y Fred aprovechó el rebote para anotar el primer gol. Pero el delantero uruguayo Edinson Cavani hizo callar a la hinchada a los 47 minutos, tras interceptar la pelota en el área brasileña después de un error de un defensor rival y empatar con un disparo bajo y cruzado.
A los 86 minutos Paulinho conectó un tiro de esquina de Neymar y puso a Brasil en la final del torneo.
“Creo que fue el partido más emocionante de los últimos 10 años, después de la Copa del Mundo”, dijo el técnico brasileño Luiz Felipe Scolari. “La hinchada fue fundamental. Hizo que superásemos las dificultades”.
Brasil enfrentará el domingo en la final al vencedor del partido España-Italia que se disputará el jueves en la ciudad de Fortaleza.
El choque del miércoles tuvo una fuerte carga emocional para Brasil, que aún recuerda con amargura la derrota ante Uruguay en la final de la Copa Mundial de 1950.
“Es una lástima”, dijo Cavani, artillero del Nápoles de Italia, al terminar el partido. “Se hizo el máximo, se hizo todo para poder llevar el triunfo… el fútbol es así”.
La Copa Confederaciones, un ensayo general para el Mundial del 2014, será decidida el domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Luis Suárez, el delantero uruguayo del Liverpool, dijo que el equipo “celeste” se concentraría ahora en las eliminatorias sudamericanas del Mundial, donde ocupa un precario quinto puesto que le permitiría jugar un repechaje. Los cuatro primeros llegan al Mundial de forma directa, mientras que el quinto disputará una serie ante un representante de Asia.
“Somos conscientes que este partido lo tenemos que tomar como una preparación para los partidos (de la eliminatoria), que son lo más importante”, dijo Suárez a periodistas.
La victoria de Brasil fue precedida por disturbios en Belo Horizonte, donde la policía dispersó una manifestación contra la corrupción, los malos servicios públicos y el gasto excesivo en los preparativos para la Copa Mundial del próximo año.
