Cuando Norma Pinto enfilo las velas de su barco para regresar a su Ítaca natal se hizo el propósito de conjurar los pesimismos ancestrales de su pueblo y convertir su retorno en el relanzamiento cincuentenario de sus sueños juveniles.
Montada en Rocinante se dio a la tarea de celebrar a lo grande el 50 aniversario de la casa de la Cultura que es también encender los fuegos ceremoniales en memoria de su tío Juan Martínez Herrera, de su suegro Eduardo Izcaray Muñoz, de José Zaspe y muchos otros protagonistas que liderizaron la Revolución Cultural que transformó a Carora en el vellocino de oro musical de Venezuela.
Nada mejor para conmemorar este torrentoso fluir de intimas emociones que asociar estas celebraciones aniversarias con el mayor genio musical de la Historia y por ello durante todo este año la fiesta la ha puesto Beethoven. No es fácil el reto para la doctora Norma Pinto y su esposo el Maestro Felipe Izcaray Yepez, ya que imponer a los niños y jóvenes que integran la Orquesta Infantil de Carora la responsabilidad de ejecutar complicadas Sinfonías y Conciertos, no es tarea de buenas intenciones sino de un esfuerzo y una disciplina agotadora y extraordinaria.
Pero han superado este reto y lo han hecho con creces. Hace pocos días se ejecutó el Concierto número cinco, El Emperador, con el Maestro David Ascanio al piano. Según músicos profesionales que asistieron al concierto la ejecución de los muchachos fue impecable, algo para realmente felicitarlos porque El Emperador requiere de un gran tecnicismo debido al intercambio fulgurante de notas entre el piano y la orquesta. La pregunta es como hizo el Maestro Izcaray para alcanzar esta cima reservada para grandes orquestas profesionales, y la respuesta es, con paciencia, con el aprovechamiento de rigurosos estudios musicales en Universidades y Conservatorios y la experiencia de varias décadas fundando orquestas en diferentes latitudes de Venezuela y el mundo.
El mejor elogio al trabajo de los muchachos que integran la Orquesta Sinfónica Infantil, Pedro León Torres, fue el comentario que hizo el propio Maestro David Ascanio:”Al escuchar a estos jóvenes siento el color musical de la Orquesta Sinfónica de Berlín”. En ese mismo concierto también se lució la soprano Karina Ochoalcalà, quien interpretó el aria Ah Pérfido de Beethoven.
Todo este banquete musical fue servido en el Teatro Alirio Díaz, al igual que anteriormente ha sido escenario para conciertos de alto vuelo como La Quinta Sinfonía y otras piezas del gran músico alemán, quien se ha convertido en un compositor de moda para los caroreños.
Es preciso señalar que la Orquesta Sinfónica Infantil de Carora tiene sede en la Casa de la Cultura aunque su escenario de presentaciones sea el Teatro Alirio Díaz, de allí que la celebración de los 50 años de su creación tiene la demiurgia de que son sus hijos quienes encabezan las ceremonias sacras.
Otro de los retos que tiene previsto el Maestro Izcaray es montar la Novena Sinfonía de Beethoven para dentro de pocas semanas. Estos son sueños cumplidos de un loco genial, Sangre de Pájaro, Juan Martínez Herrera. Aleluya.
