Un grupo de al menos cinco adolescentes mantienen azotados a los habitantes de varios sectores de la comunidad de La Batalla, al oeste de la ciudad. La noche del martes se estaba cometiendo un atraco del que Juan Ramón Montero fue testigo, y los delincuentes, para callarlo, lo asesinaron.
El terrible crimen se cometió a las 7:30 de la noche, en las adyacencias de la invasión La Nueva Luz del sector 2 de La Batalla. El joven de 26 años fue llevado en una patrulla policial hasta el CDI de La Batalla, en donde fue ingresado con un disparo en el cuello y otro en la cabeza que le quitó la vida.
Montero era el cuarto de cinco hermanos, desde hace dos años trabajaba en el centro comercial Metrópolis, haciendo mantenimiento general, vivía con su esposa y aún no tenía hijos.
El joven cumplía una rutina diaria y era que todas las noches se encargaba del cuidado de su anciano padre, quien reside a dos cuadras de su hogar; el muchacho lo bañaba y debía darle la cena.
El martes no fue la excepción. Montero salió en su bicicleta a casa de su progenitor y cuando regresaba observó cómo tres delincuentes estaban atracando a un jovencito y el muchacho se devolvió para evitar problemas, porque al parecer reconoció a los atracadores.
Los delincuentes se percataron y se fueron detrás de Montero, gritándole que no lo fueran a delatar y sin darle tiempo de nada procedieron a disparar en repetidas oportunidades en contra de su humanidad, según informaron residentes de la zona, quienes no quisieron identificarse por temor a represalias.
El joven se desplomó en medio de la calle de tierra. Los conocidos contaron que una hermana de Montero, que es evangélica, en ese momento venía de la iglesia y al escuchar las detonaciones se tiro al piso clamando a Dios, porque presentía que algo le había pasado a su ser querido.
Aparentemente fue esta misma joven la que llegó en ayuda de su hermano quien trataba de hablar pero se ahogaba con la sangre, la dama le predicó mientras llegaba el auxilio.
Familiares de la víctima fatal no quisieron declarar nada al respecto. Prefirieron callar ante el hecho.
Banda de adolescentes
Residentes de la zona también contaron que los asesinos escaparon enseguida, pero fueron reconocidos y dicen que llegaron del sector 3 de La Batalla; aparentemente se trata de unos adolescentes llamados Yorman y otro de nombre Honorio; existe un tercero, lo cierto es que estos jóvenes conforman una banda que mantiene azotada a la zona.
Se conoció que entre la noche del martes y la mañana del miércoles esos dos jovencitos fueron detenidos por una comisión del Eje Contra Homicidios del Cicpc, aparentemente no hubo elementos suficientes para dejarlos arrestados y fueron liberados, pero están siendo sometidos a investigaciones.
En Jiménez
Artemio Medina Dorta (22) fue la persona asesinada en la avenida Pedro León Torres entre calles 13 y 14 de Quíbor, la noche del martes.
Corina Medina explicó que su hermano era comerciante y manejaba una grúa que su padre le había comprado en el mes de noviembre. Sobre el crimen supo que el joven iba en su motocicleta y otros dos sujetos también en motocicleta lo persiguieron, él tratando de refugiarse se metió en el autolavado de un amigo pero allí fue baleado.
Lo trasladaron al hospital de Quíbor y murió. Medina comentó que su hermano no era perfecto, pero tampoco malo, cree que lo fueron a robar porque sus documentos y el teléfono no aparecieron. La víctima era el segundo de cinco hermanos y con su muerte queda una niña de dos años huérfana.
Seres queridos del joven residente de Jiménez esperan que el caso sea investigado por las autoridades.