A Carlos Eduardo García Pérez (37) lo rondaba la muerte. El hombre quiso despistar a sus enemigos, pero estos lo cazaron y acabaron con su vida, pero también ultimaron a su vecino, Douglas Junior Pineda Giménez (31).
El hecho sangriento se produjo a las 7:30 de la noche del jueves, en el sector A del barrio La Lucha, al oeste de Barquisimeto.
Salió a lavar el carro
Douglas se ganaba la vida como transportista desde hace tres años. Tenía una rancherita con la que cumplía su labor. Vivía en la parte de atrás en la casa de su madre, en un anexo, con su esposa y sus dos hijos, de 11 y 8 años de edad.
El hombre salió de la vivienda y en la calle estacionó la camioneta y comenzó a lavarla, para tenerla presentable cuando le tocara hacer el transporte. Dos vecinos a quienes Douglas tenía tiempo sin verlos se acercaron y se pusieron a conversar con él.
Un largo rato tenían los tres vecinos compartiendo, cuando vieron que se acercaba un poco apresurado Carlos Eduardo, conocido como “La Tifa”, también vecino de ellos.
Los cuatro hombres conversaban, cuando de repente una balacera los interrumpió y dos de ellos cayeron heridos.
Lo venían siguiendo
Según se pudo conocer “La Tifa” sabía que lo estaban siguiendo y se apresuró para llegar a su hogar. Al ver al grupo de los tres vecinos conversando se detuvo para tratar de pasar desapercibido y despistar a sus enemigos.
Pero los sujetos quienes se desplazaban en un Toyota Corolla, blanco, se detuvieron cerca de donde estaba el grupo y desde el asiento del copiloto un sujeto comenzó a disparar.
La señora Miriam Giménez cuenta que su hijo, Douglas, corrió hacia la quebrada que está frente a su hogar, tratando de resguardarse. Los otros dos vecinos corrieron hacia arriba y “La Tifa”, con quien más se ensañaron, quedó tendido cerca de la puerta de su morada. Una vez que los asesinos vieron que cumplieron su cometido, escaparon.
La dama, desesperada, quería saber del mayor de sus tres hijos, y entre un hermano y vecinos sacaron a Douglas, quien salió caminando, se veía bien, le decía que estuviera tranquila, pero se agarraba por el costado del lado derecho.
“A mi hijo lo montaron en un carro, para auxiliarlo. Yo vi que el otro muchacho aún estaba vivo. A él lo estaban atendiendo también, pero mi prioridad era mi hijo. Nos llevó media hora llegar al seguro social Pastor Oropeza, que es el centro asistencial más cercano y en medio del camino convulsionó.
Yo no entiendo por qué murió, si caminaba y se veía bien. Cuando llegamos al seguro dejó de respirar”, relató la señora Giménez, quien se encontraba sentada en las afueras de la morgue.
Es la segunda vez que esta familia es tocada por la violencia. La primera vez fue hace once años, cuando en las Tinajitas, también al oeste de la ciudad, asesinaron a Albert Morales (20), quien era primo del transportista.
Había salido de Uribana
“La Tifa”, así era conocido en el barrio, también fue trasladado por los vecinos al Pastor Oropeza, pero presentó múltiples heridas producidas por el paso de un proyectil; no aguantó y falleció.
La segunda víctima fatal, en su haber tenía doce entradas policiales por diversos delitos, entre ellos por robo, droga, resistencia. Las fechas de las mismas son entre 2011 y 2012.
El 18 de septiembre de 2012 fue detenido por resistencia a la autoridad, posteriormente lo pusieron en libertad. El 11 de octubre de ese mismo año fue aprehendido de nuevo, por aprovechamiento de cosas provenientes del delito.
Se encontraba en la comisaría La Paz, luego lo trasladaron a los calabozos de la 30. Allí sus compañeros lo llamaban “Don Ramón”.
No fue sino hasta el 11 de junio del presente año cuando fue trasladado hasta el centro penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, en donde estuvo hasta octubre. Tras haber cumplido dos años privados de su libertad, fue liberado.
María Carolina García indicó que la víctima era el segundo de cinco hermanos. Relató que no tenían mucha comunicación, pero sabía que recobró su libertad y andaba con intenciones de mejorar su vida e incluso estaba trabajando como avance en un rapidito.
Tras haber sido asesinado son siete hijos los que quedan huérfanos de padre, al menos cinco de ellos son menores de edad. Se supo por uno de sus primogénitos, que hace seis años al mayor de los hijos de “La Tifa” lo asesinaron en Caracas, para robarle una moto.
Cicpc activo
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), están trabajando en este doble homicidio, se conoció que los criminales buscaban al hombre que tenía prontuario y en la balacera, otra persona falleció. Los sabuesos comenzaron con sus investigaciones, tratando de identificar a los asesinos. Este caso lo manejan como una venganza.