La grave crisis de inseguridad que se vive en Venezuela, cobra una vida más. Otra persona inocente que asesinaron a la media noche de ayer, cuando llegaba a su casa en la vereda 44 del sector dos de La Carucieña, al oeste de Barquisimeto.
Un tiro en el lado izquierdo de la cabeza, acabó con la vida de Alfredo Ramón Pire Suárez, de 29 años, quien deja huérfano un hijo de 12 años de edad y quien ahora deberá luchar solo con su madre para salir adelante y no tendrá el apoyo o los consejos de su padre.
Del hecho se conoció que Pire Suárez, salió entre las seis de la tarde y siete de la noche de su trabajo, donde se desempeñaba como obrero. El hombre se fue a tomar unos tragos con sus amigos, ahí mismo en La Carucieña. Cuando ya iban a ser las 12:00 a.m., decidió marcharse porque este viernes tenía que ir a trabajar, sin imaginar que el mundo de la delincuencia tenía otro destino para él: un proyectil que, sin pensarlo, se convirtió en su enemigo.
El hoy occiso, caminaba por el sector que creía conocer a la perfección y que por el umbral de su mente, jamás pasó la idea de ser atacado a tiros, pues toda la vida había estado residenciado por ahí. En esta oportunidad no fue igual y dos sujetos lo interceptaron para despojarlo de sus pertenencias: un bolso donde llevaba dinero y un teléfono celular.
Allegados presumen que él se resistió porque tenía un fuerte carácter y además estaba tomando.
Según los vecinos del sector, no escucharon los disparos. Los delincuentes se dieron a la fuga de inmediato. Los latidos de los perros que tienen los habitantes de la zona, despertó a quienes estaban por ahí, salieron de sus casas y al observar el cuerpo inerte en medio de la vereda, se fijaron que se trataba del vecino, Alfredo Ramón Pire Suárez. Rápidamente, lo tomaron en brazos, lo montaron en un carro particular y lo llevaron al ambulatorio de La Carucieña, ubicado a unos 200 metros del sitio del suceso.
La tragedia fue mayor, pues cuando llegaron no había una camilla en buen estado donde montarlo para que fuese atendido. Finalmente, apareció una, lo introdujeron al área de emergencia aparentemente con vida, los médicos tratantes hicieron lo que pudieron con el poco material quirúrgico que tienen pero lamentablemente no pudieron salvarle la vida, puesto que, la herida que el proyectil le causó fue mortal, además no habían equipos suficientes para evitar su desmejora, incluso, no pudieron medirle la tensión arterial porque el centro asistencial no cuenta con un tensiometro.
En el transcurso de la madrugada, le fueron avisando uno a uno de los familiares, quienes se acercaban hasta el lugar para abrazarse y tratar de conseguir un consuelo, por la pérdida del menor de cinco hermanos, pues es la primera vez que pasan por una situación como esta.
Sobreviviendo
Uno de los familiares del hoy occiso, quien prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a que le puedan hacer daño en venganza, manifestó que en La Carucieña, deben encerrarse a las 05:00 p.m., “estamos sobreviviendo. No sabemos cuando nos toca.
A toda hora los delincuentes hacen de las suyas aquí. No hay patrullaje policial, incluso aquí en el ambulatorio hay dos policía casi que de manos atadas”.
Criticó cualquier plan de seguridad que se implemente.
Aseguró no creer en la justicia terrenal sino en la divina, “¿para qué pedir algo así? nada de eso se cumple porque no sirve para nada”, refutó el hombre.
A lo que se sobresaltó una mujer de avanzada edad y puntualizó: “Esto no es vida… ya no hay misericordia!”.
