Un joven de 25 años fue asesinado la madrugada de este miércoles, luego que supuestamente se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas junto a una cuñada y un grupo de amigos en el sector Nueva Esperanza, al norte de Barquisimeto, momento en el cual fueron interceptados por unos sujetos, quienes les dispararon en reiteradas oportunidades.
“Yo estaba en el ambulatorio de Tamaca para hacerme un examen oftalmológico, cuando llegó una camioneta y un pálpito en el corazón me hizo asomarme… era mi hijo el que ahí venía… me le tiré encima a llorar y le gritaba que no podía ser”, narró la mamá de Ángel de Jesús Ollarves Pacheco, Yajaira Pacheco.
La mujer estaba destrozada. Mientras declaraba, no podía contener las lágrimas. “Hace poco nos mudamos de Las Sábilas porque temía que me le pasara algo así. Me quería mucho, decía que si alguien se metía conmigo también era con él”, recordó la dama.
“El dolor que siento no se lo deseo a ninguna madre porque es mi hijo quien está muerto. No acuso a ninguna persona; sólo le pido a Dios fuerza y voluntad para soportar esto (…) Aunque era malcriado, tengo los mejores recuerdos de él”, manifestó
Esther Ollarves, hermana de la víctima, explicó que el hoy occiso estuvo cinco años privado de libertad en Uribana por el delito de droga, “pero desde que salió trabajábamos como charleros vendiendo dulces en los rutas; desde el cementerio hasta Tamaca”.
Recordaron que no es la primera vez que ocurre una desgracia así en la familia, pues hace diez años, mataron al mayor de los diez hermanos, Domingo Antonio Ollarves Pacheco, hecho ocurrido en Los Pocitos.
“Por eso exijo justicia porque si antes no se hizo pues ahora esperemos que sí. Me gustaría que todas las personas que matan, tengan su castigo porque mientras una familia está sufriendo, otros están disfrutando de la vida”, exclamó.
Dijo que hacía dos días a su madre la tuvieron hospitalizada por problemas en el corazón.
Ollarves Pacheco no tenía hijos pero vivía en Nueva Esperanza junto a su mujer.
¿Cómo lo entierro?
Aparte de la tristeza por la pérdida de su tercer hijo, Yajaira Pacheco estaba desesperada por no contar con los recursos económicos para enterrarlo.
“No tengo plata para hacerlo pero no lo dejaré ahí”.
