La posibilidad de opinar, debatir, disentir, es propia de cualquier régimen democrático, no puede estar limitada a condiciones económicas, políticas, sociales coyunturales.
La limitación de los medios impresos en conseguir papel ha venido limitando este derecho y aunque existan hoy los novedosos medios informativos digitales, los medios impresos no pueden estar limitados a conseguir o no papel para su normal funcionamiento.
Esto va cerrando espacio a la opinión y la información, que es un derecho humano universal.
Por este motivo nos unimos a la campaña por la normalización en la distribución y obtención del papel por parte de los medios de información impreso para su normal funcionamiento, concretamente con el más que centenario: EL IMPULSO, órgano de información por excelencia de la región centro occidental del país y donde hemos tenido la posibilidad de expresarnos libremente durante más de 25 años, a pesar de tener posturas muchas veces divergentes a la política editorial del periódico.