El italiano Diego Ulissi (Lampre) ganó en Fiuggi al esprint en la séptima etapa del Giro de Italia, de 264 kilómetros, mientras que el español Alberto Contador (Tinkoff), lesionado en un hombro el jueves en una caída, mantuvo el liderato de la general.
Contador sufrió una luxación en el hombro izquierdo -un ligero desplazamiento, según el servicio médico del Giro- y disputó la etapa con un vendaje especial en el brazo.
La estrella madrileña pudo terminar sin aparentes problemas la etapa, la más larga del Giro en el último cuarto de siglo, sin ceder tiempo ante sus adversarios. Oficialmente el recorrido fue de 264 kilómetros, aunque los ciclistas hicieron tres más desde el lugar de reunión en Grosseto hasta la salida. Contador pudo por lo tanto mantener su ventaja de dos segundos sobre el italiano Fabio Aru y de veinte sobre el australiano Richie Porte, segundo y tercero de la general. El colombiano Rigoberto Urán es duodécimo, a un minuto y 22 segundos.
“Estoy contento, sobre todo, por haber podido terminar. Me ha costado, pero las cosas han mejorado poco a poco. Después de tres horas y media, de cuatro horas, ya no sabía cómo poner el brazo, era incómodo”, comentó el español.
“Tengo ganas de volver al hotel para poder ponerme hielo en el hombro y descansar. Espero que todo vaya a mejor en los próximos días”, apuntó, avanzando que la etapa de este sábado será “complicada” para él.
Ulissi superó en la línea de meta al español Juan José Lobato y al australiano Simon Gerrans, segundo y tercero respectivamente, al término de una prueba de siete horas y media.
En el inicio de la jornada hubo una escapada de cuatro corredores (Bandiera, Boem, De Negri, Myhaylov), formada después de media hora de carrera y que duró hasta los veinte últimos kilómetros.
En la pequeña subida hacia Fiuggi, los compañeros de Contador dictaron el ritmo hasta los últimos kilómetros.
Ulissi fue finalmente el más rápido y dio un beso al suelo al bajar de la bicicleta. El italiano, que tuvo un control positivo de salbutamol el pasado 21 de mayo, no tuvo autorización para competir hasta finales de marzo.
“Ha sido una liberación después de unos meses extremadamente difíciles, pero no es una revancha. No quiero mirar al pasado, no quiero hablar más del pasado. He sabido resurgir. No era el favorito número uno, pero tenía muy bien las piernas en el final de la etapa”, afirmó Ulissi.
El corredor toscano, de 25 años, consiguió su cuarta victoria de etapa en el Giro, después de la que ganó en 2011 y las dos que se llevó en 2014.
