Desde que el presidente Nicolás Maduro, mencionó el pasado martes en la Organización de Naciones Unidas (ONU) que Venezuela no sería monitoreada en las parlamentarias, las reacciones no han cesado.
A juicio del diputado al Consejo Legislativo de Lara por la Unidad, Filiberto Peña, no permitir la incorporación de los observadores por parte del Gobierno Nacional, conlleva a pensar que está preocupado por eventuales resultados desfavorables en este proceso comicial.
Indicó que sería una intromisión del Poder Ejecutivo hacia las competencias del Poder Electoral, no aceptar el ingreso al país de las misiones de observación internacional para los próximos comicios, lo que “pone una vez más de manifiesto la no independencia de los Poderes Públicos en el país”. Esto a propósito de la intención de la OEA de acudir para certificar los venideras elecciones en el país.
“Es papel del CNE ser garante de la imparcialidad y la igualdad en materia de derechos de todos los venezolanos”, acotó.
El parlamentario se refirió a la participación de la Unasur que fue anunciada hace unos meses por la rectora Tibisay Lucena. “No puede participar sólo la Unasur que es una sucursal del gobierno chavista; los va a apoyar en todas sus decisiones”.
Recordó que en la historia política de Venezuela, la participación de los observadores ha sido importante.
“En las elecciones de los gobiernos pasados hubo observación, incluso en los periodos de gobierno de Hugo Chávez, lo cual quiere decir que es un derecho constituido para que el venezolano sienta seguridad en el voto”.
Sostuvo que a falta de observación internacional la oposición no tiene temor por la falta de votos, mientras que esta negativa aparente del gobierno a que organismos calificados como la OEA verifiquen el proceso electoral, dejaría en evidencia una “negación al cumplimiento de acuerdos y tratados internacionales, a lo que pueda suceder como verdad dentro del CNE y calificarán al gobierno venezolano como antidemocrático, porque la gente ya no creerá en el CNE”.
