65 años del terremoto de El Tocuyo

-

- Publicidad -

Para los tocuyanos el 3 de agosto se ha convertido en una fecha inolvidable, que encierra un día fatídico, al recordar lo que ocurrió ese día del año 1950 cuando nuestra historia fue dividida en dos, la fuerza de la naturaleza, la ignorancia y los intereses que acompañaban al modernismo económico echaron al piso no solo cuatrocientos años de vida arquitectónica sino el sentido de pertenencia y compromiso con la ciudad Madre de Venezuela. Entre temblores y maquinas desapareció no solo una edificación sino también parte de la tocuyanidad. Por el temor muchos se fueron, igual hicieron quienes no se sentían atados a la nueva ciudad.

Sin embargo, es necesario recordar que no fue el terremoto de 1950 el único que ha azotado a El Tocuyo, ya que el célebre sacudón en la tarde del 26 de marzo de 1812 -que fue uno de los causantes de la perdida de la I República- acabo con parte de esta población, asimismo, el del 26 de junio de 1.870 a las 10.30 am arrasó con unas 20 casas, entre ellas las edificaciones religiosas. Otro fue el terremoto de 1894.
A la 5.30 de la tarde del 3 de agosto de 1950 ocurre el sismo, El Tocuyo tenía 15.383 habitantes y 2.194 casas y todo el Distrito 35.000 habitantes y 5.000 casas.

- Publicidad -

Si bien hubo relativamente poco muertos, unos 14 en total, 250 casas fueron totalmente destruidas, 2 iglesias resultaron con daños graves y 700 casas quedaron parcialmente destruidas. En Guarico solo quedaron unas 10 casas habitables, 20 se cayeron y unas 70 en muy mal estado. En Chabasquén también sufrieron 60 casas. Una de las muertes más sentidas fue la del periodista Rodrigo Asuaje, conocido como “morisqueta”. En la reconstrucción hubo varios heridos, como sucedió con el obrero español José Caclau.

El Tocuyo se convirtió para los tocuyanos en un lugar desconocido, al punto que decenas de sus habitantes lo abandonaron por el temor y desorientación que el hecho desencadena. Es interesante destacar la opinión que se generó al respecto en los diversos ámbitos de la sociedad tocuyana y que es expresada por algunos de sus representantes. En tal sentido, Ángel Hurtado, destacado pintor tocuyano a nivel internacional, llego a expresar en París, donde residía, lo siguiente:
(1956) Yo era de El Tocuyo; una ciudad dormida alrededor de una iglesia erizada de contrafuertes que solamente un terremoto podía destruir… Yo era del sitio aquel, de El Tocuyo. Sobre sus ruinas han fundado otra ciudad que se llama, no sé por que, El Tocuyo; como aquella donde yo nací… Ahora, llegado a la cima de los cuarenta años… me doy cuenta que estoy como en El Tocuyo, de niño, es como si el terremoto hubiera llevado a El Tocuyo por el mundo dando vueltas y a mí en él… Nada mejor que ser de una ciudad fantasma para llegar a ser ciudadano del mundo.

Por su parte el poeta Rafael Guédez (1952), (miembro del Tonel de Diógenes), manifestó añoranza por la situación: “Tocuyo ciudad mía, ¿qué te hicistes? ¿Dónde están tus casonas coloniales, tus patios enclaustrados, tus aleros, y la historiada paz de tus anales?

- Publicidad -

El sector de los empresarios concibió al terremoto como algo positivo, desde el punto de vista económico, a pesar de todos los demás desajustes de la sociedad tocuyana, por cuanto que permitió la revalorización de la mano de obra y un parcial ascenso social en el sector campesino. Por eso, cuando estudiamos el desarrollo histórico de El Tocuyo no vacilamos en afirmar que podemos establecer una división o hito en dicho proceso como consecuencia del terremoto el 3 de agosto de 1950.

Pedro Rodríguez Rojas-Janette García Yépez

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -