49 detenidos por hechos en la Urbanización del Este (Fotos)

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49 personas detenidas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) fue el saldo que dejaron los hechos ocurridos el pasado viernes en la Urbanización del Este de Barquisimeto, confirmó Manuel Virgüez, representante de Funpaz en Lara.

De los aprehendidos, siete son menores de edad y ocho mujeres, quienes junto al resto se encuentran en el antiguo Destacamento 47, hoy Zona 121 de la GNB.

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Entre hoy y mañana serían las audiencias de estas personas.

Hasta ahora se desconocen los delitos que se les pudieran estar imputando al igual que los nombres de los fiscales que actuarán por parte del Ministerio Público.

Virgüez rechazó además los actos vandálicos que degeneraron en destrozos de parte del Saime en la avenida Lara.

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Un día después

En residencias Plaza Real fue el escenario de la guerra campal entre los funcionarios de la GNB y los manifestantes. Un día después el silencio invadía la zona. En el área común algunos vecinos comentaban lo ocurrido mientras otros regresaban a sus hogares, pues debido a los hechos, decidieron irse a casa de familiares o de algún conocido, lejos del este.

Al mismo tiempo, la directiva de la junta de condominio recibía a unos funcionarios de la GNB, quienes se percataron de que todo transcurría con normalidad.

En la calle, la basura reinaba. Las bolsas con desechos estaban puestas en la vía pública a manera de trancar el paso pero el objetivo no fue logrado. Cada quien anhelaba regresar a su cotidianidad.

En los bancos centrales de las cuatro torres de Plaza Real, que sirve de vivienda a 45 familias, se encontraba una señora de 82 años, quien prefirió resguardar su identidad por seguridad. En su rostro se reflejaba el sabor amargo que le dejó la experiencia de sobrevivir a los gases lacrimógenos lanzados por los uniformados.

Recordó que esas horas fueron de agonía para ella, “sólo me quedaba estar aferrada a la fe en Dios. Me acosté en mi chinchorro y junto a una amiga rezamos el rosario”.

Narró que cuando los encapuchados se vieron acorralados, le imploraban con las manos en el pecho que les diera alojo en su apartamento, “pero me negué (…) Es la primera vez que vivo algo así, tampoco había ocurrido aquí. La verdad es que fue muy feo, me sentía asfixiada y nerviosa”, manifestó la mujer que tiene 20 años viviendo ahí luego de dejar sus raíces en Carora.

Aunado a esta situación, la dama de la tercera edad recibió a finales de la tarde del viernes, la triste noticia de la muerte de su hermana, lo peor era que no podía irla a despedir, “tuvieron que llevarme escoltada”.

Al otro lado de los bancos estaba Renata de González, quien junto a una vecina se levantó a las cinco de la mañana a limpiar los destrozos de la torre en la cual habita mientras en la C, donde ocurrieron los actos, el panorama era otro.

La imagen del piso, las escaleras y el ascensor se unían en una sola mancha negra de aceite quemado, lanzado presuntamente por los manifestantes a fin de impedir el paso de los funcionarios al momento en que iban a darles captura.

Cada uno de los pisos tiene dos apartamentos y en el segundo, no había rastros que habitara alguien. Estaba destrozado y literalmente no estaba habitado, pues María Elena Uzcátegui del C-22 está detenida y un joven del C-21, quien vive junto a su tía también.

La primera al parecer tenía escondidos en su apartamento a algunos manifestantes y le habrían incautado material para producir bombas molotov y hacer guarimbas.

El segundo, estaba solo, presuntamente no participaba en las manifestaciones pero al momento de buscar refugio, los encapuchados le tocaron la puerta en reiteradas oportunidades, lo presionaron y la inmadurez del joven, lo llevó a prestarles ayuda sin imaginar en el problema en que estaba metido.

En el sexto y último piso, la situación era similar. Allí, los propietarios se encontraban molestos, pues al montarse los manifestantes en la azotea, incendiaron dos aires acondionados y además se observó una ventana rota.

Los habitantes del lugar estaban desconsolados ante lo ocurrido. La mirada profunda de las personas dejaba entrever la tristeza de los hechos. “Lo peor es que esas personas no son de aquí; solamente dos”.

El día anterior

A las 4:30 de la mañana del viernes comenzaron a escucharse los gritos. Aparentemente era un grupo de jóvenes diciendo: “Actívense”.

Dos horas más tarde, la zona estaba acordonada por los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana y las detonaciones de cohetes no se hicieron esperar. Los verdes buscaban a las personas que iniciaron la guarimba, la cual se había anunciado por redes sociales desde el día anterior.

La persecución llevó a los manifestantes que estaban encapuchados, a introducirse en el conjunto residencial Plaza Real. Según testigos presenciales, en la puerta principal amarraron un alambre y regaron aceite quemado.

Los encapuchados subieron hasta la azotea, desde allí comenzaron una guerra contra los funcionarios. Insultos iban y venían, lanzaban objetos contundentes con fondas mientras los uniformados respondían con perdigones y bombas lacrimógenas.

Herminia de Luzardo narró que las detonaciones la despertaron, se percató de lo sucedido y decidió quedarse en su apartamento. “Como a las nueve de la mañana se calmó un poco la situación y fue cuando pude salir. Intenté volver poco después del mediodía pero fue imposible”.

Expresó no entender el por qué los encapuchados se escondieron en el lugar, el cual cuenta con cercado eléctrico y no tenían escapatoria. “Cuando se dieron cuenta que los efectivos iban a subir, desde arriba les lanzaron bombas molotov y aceite quemado para que no pasaran pero fueron ellos los que se acorralaron. En ese momento se incendió todo en la azotea. Uno de ellos gritaba: ¡Me estoy quemando!”.

En ese momento dieron parte a los Bomberos de Iribarren, quienes con su escalera especial lograron rescatar al joven.

Luzardo comentó que aproximadamente a las cuatro de la tarde, cuando quiso volver a su casa, le prohibieron el acceso, pues en presencia de fiscales del Ministerio Público se realizó un allanamiento en el apartamento C-22 de la Torre C, propiedad de María Elena Uzcátegui.

“A ella se la llevaron detenida. Como a las 11:00 pm se llevaron al último grupo de aprehendidos porque fueron como cinco lotes de personas”, recordó.

Dijo que igualmente se llevaron un vehículo que supuestamente estaba solicitado por la justicia venezolana.
Finalmente a las nueve de la noche, uno de los jefes que comandaba a los guardias, la acompañó junto a la pequeña hija para que volviera a su hogar.

Apresados

A continuación la lista expuesta por Funpaz de las personas que fueron detenidas:

Luis Piccone, Thaimar Rondón, Marco Gonzales, Francisco Godoy, Luis Garmendia, Daniel Cortez, Sergio Jiménez, Juan Jiménez, Stephany Brito, Alexis Daniel Sole, Gerardo Antonio Leal, José Alexander Camacaro, Kelwins Ceballos, Alejandro Arroyo, Igor Márquez, Rubén Somosa, Ramón Camacaro, Wladimir Orellana, Fabiola Morón, Andrés Colmenares, Zoraida Andrade, María Colmenárez, Juan Carlos Burgos, David Contreras, Agdis Orellana, Luis Chinchilla, Julio Rabina, Yernis Quintero, Allan Escalona, Oswaldo Castillo, Edwin Piña, Benito Monsalve, Isaic Castillo, Yeiker Rodríguez, Mike Flores, Elizabeth Oviedo, Jessica Principal, María Elena Uzcátegui, Manuel Machado, José Camacaro, Robert Pumar, Pedro Rivero, Emerson Linares, Mari Andrade, Juan Sánchez, Ender Meza, Julio Paz, Williams Sira, Juan Carlos Gómez, Keiner Rivas

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