Versiones extraoficiales indicaron que, cuando los custodios de la Comunidad Penitenciaria Fénix, al lado del Centro Penitenciario de Centroccidente, conocida como Uribana, pasaron lista la mañana de ayer, se sorprendieron al saber que faltaban 15 privados de libertad.
De inmediato se activaron las alarmas dentro de los muros, y los diferentes cuerpos de seguridad emprendieron la búsqueda. Agentes corrían de un lado para otro, mientras que afuera, decenas de guardias en la parte de atrás de camionetas identificadas como Guardia Nacional Bolivariana se movilizaban por las comunidades aledañas a la penitenciaría.
Se desconocen mayores detalles, y no se descarta cualquier hipótesis. Personal de esta casa editorial se trasladó hasta el lugar buscando detalles y la versión oficial por parte del director de ese internado, sin embargo fue imposible hallarla.
Familiares molestos
Desde la cerca de alfajor ubicada en la parte frontal de la infraestructura, un funcionario llamado Daniel, quien dijo ser el director de visita familiar, explicó que las visitas habían sido suspendidas por una requisa sorpresa que se estaría haciendo en cada una de las torres, celdas y reclusos que componen la comunidad. Esta información provocó la ira de los familiares de los detenidos, quienes gritaban que esto era mentira y que la suspensión se debía a la presunta fuga.
“Venimos de todas partes del país, y las visitas las han reprogramado en dos oportunidades”, decían los familiares mientras indicaban que habrían llegado desde la madrugada y que tenían hasta dos meses sin ver a sus familiares. Es importante destacar que esta sería la segunda vez que ocurre una fuga en las instalaciones penitenciarias, consideradas la más segura a nivel nacional. La primera fue el 3 de noviembre del año pasado, cuando seis reos se fugaron 4 días después de haber sido inaugurada por Jorge Arreaza, vicepresidente de la República, y por Iris Varela, responsable del Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
En la nueva cárcel se construyó pisos de 20 centímetros de grosor, muros de concreto y cabillas armadas de cuatro metros de profundidad, y cercas perimetrales de unos 12 metros de altura con alambre de púa y sistemas de alta tensión.
